Salir a recoger setas: guía para principiantes

En España cada vez hay más personas aficionadas a recoger setas. La llegada de las lluvias de otoño y el ambiente de la estación húmeda hacen que sea una ocasión perfecta para iniciarse en una actividad al aire libre que nos da sus mejores regalos en esta época del año. Por suerte, contamos con multitud bosques y zonas naturales para descubrir las variedades micológicas más interesantes.  

Si no hay grandes heladas o vientos fuertes que interrumpan el crecimiento, a partir de mediados de septiembre y principios de octubre da comienzo la temporada

Quien se inicie en la recogida de setas debe hacerlo con tiento y conocimiento adecuado: la micología y, por extensión, la recolección de hongos, tiene sus propias reglas. No debemos olvidar el impacto que esta actividad tiene en el entorno natural, sobre todo si se hace de forma descontrolada y sin conocer a fondo las principales reglas y preceptos. Todo aquel que se interna en el monte con su cesta de mimbre y su pequeña navaja debería respetar el ciclo de crecimiento. 

Equipamiento básico 

En España hay más de 1500 variedades de hongos, siendo los boletus edulis los níscalos, la amanita caesarea (‘huevo de rey’) o las trompetillas las más comunes en las mesas. Cualquier salida al monte tiene que ir acompañada de un ejercicio consciente: prevención, concienciación e identificación correcta. No todas son actas para el consumo humano. Si no distinguimos las comestibles de las venenosas, nos arriesgamos a una intoxicación grave

  • Cesta: Idealmente de mimbre, permite que las esporas de las setas recolectadas se dispersen, promoviendo la proliferación de futuras variedades.
  • Navaja: en lo posible deberíamos hacernos con una específica para setas, tiene una hoja curva y un cepillo en el extremo opuesto para hacer una primera limpieza de la base.
  • Guía de setas: Preferiblemente con imágenes claras y descripciones detalladas para ayudarnos en la identificación, y aun así, solo deberíamos recoger las setas que podamos identificar perfectamente. Si estás iniciándote, valora contratar un guía para la excursión.
  • Ropa adaptada al frío.
  • Buen calzado para la montaña y el bosque.
  • Móvil cargado para estar localizados en todo momento y saber orientarte en la zona de recogida. 

Zonas de recogida  

  • Castilla y León: Las provincias de Soria, Burgos y Palencia son muy populares entre los recolectores. 
  • Cataluña: la región de los Pirineos es otro de los puntos calientes para los buscadores de setas en España. Aquí proliferan las variedades de montaña y bosque húmedo. 
  • Extremadura: hogar de especies como el boletus aereus y otras variedades autóctonas. 
  • Aragón: En especial el Pirineo Aragonés, Además de boletus, se pueden encontrar chantarelas y rovellons. 
  • Navarra: zona del Pirineo Navarro. 
  • Andalucía: Las sierras de Cádiz, Granada y las Alpujarras albergan diversas especies de setas, y su diversidad climática permite la existencia de múltiples hábitats micológicos. 
  • Galicia: Las constantes lluvias y los extensos bosques de esta región la convierten en un lugar propicio para la aparición de setas, especialmente en zonas como Ourense o Lugo. 
  • Asturias y Cantabria: Las zonas montañosas y húmedas del norte también son propicias para la recolección de setas, con especial mención a los Picos de Europa. 

Cómo recoger setas de forma sostenible 

El procedimiento para recoger una seta es sencillo, pero se debe hacer de forma correcta para afectar lo menos posible al entorno natural y favorecer la reproducción en terreno nuevo.  

Mencionábamos más arriba la importancia de la cesta de mimbre. Es el receptáculo más recomendable, ya que favorece la dispersión de las esporas y la reproducción. Los recogedores principiantes pueden tener la tentación de almacenar los ejemplares en bolsas de plástico, pero esto impediría la continuación del ciclo natural del hongo y lo dañaría. 

Para evitar dañar el hongo que aún permanece bajo tierra (micelio), nos aseguraremos de cortar por la base de forma horizontal. Bajo ningún concepto hay que rastrillar el suelo donde brota la seta. 

Regla de oro de los recolectores expertos. No acapares y llenes todas las cestas posibles. Recolecta lo que vayas a consumir y respeta el entorno. 

Una vez recolectadas, es esencial limpiar bien las setas, eliminando restos de tierra con un paño húmedo o un cepillo. No se recomienda lavarlas bajo agua corriente ya que absorben humedad. Para conservarlas, se pueden secar, enlatar o congelar, dependiendo de la variedad y el uso que se les vaya a dar.