Muchas veces nos quejamos de que frutas, hortalizas y verduras ya no son ni saben como la de antes. Nos hemos acostumbrado a comprar con la vista y esto es un error, ya que las que peor aspecto tienen pueden ser mejores. Supermecados como Ldl han lanzado la bolsa de frutas y verduras feas.
Hay voluntarios que recogen las que se desechan por "feas" para aprovecharlas. A veces con solo quitar lo que está manchado se arregla y es perfectamente comestible. Pasa con todo, calabazas, patatas, descartadas por el mercado por su aspecto. No se libran ni los calabacines. Y con frutas y todo tipo de hortalizas. Están señaladas por su aspecto y es un error. Tienen los mismos nutrientes y están perfectas para comer.
La lista es interminable hasta el punto de que un tercio de los alimentos que se producen en el planeta acaban en la basura. Se quedan muchos miles de kilos comestibles en el campo.
La Fundación Espigoladors lleva años tratando de reducir este desperdicio alimentario. Los voluntarios recogen los excedentes que quedan en el campo ya sea por el tamaño, el aspecto o porque no tiene salida. 500 toneladas al año que luego se derivan a organizaciones como el Banco de alimentos. Para demostrarlo, este sábado organizan una comida popular para 400 comensales con estas hortalizas a las que los clientes suelen dejar plantadas.