Aunque con el paso del tiempo y la evolución de la tecnología el mundo del motor ha avanzado rápidamente, hay un elemento que apenas ha cambiado con los años. Se trata de las matrículas. Estas solo han cambiado su nomenclatura, códigos de identificación y el material con el que se fabrica.
Sin embargo, la idea de digitalizar las matrículas está cada día más presente y en lugares como Estados Unidos, ya que han puesto a prueba las primeras placas electrónicas. Ya en 2018, se dieron los primeros pasos poniendo en marcha este concepto, y hace poco tiempo se ha aprobado un proyecto de Ley que va a permitir a todos los residentes del estado de California escoger esta identificación para sus coches.
Se podría decir que estas matrículas están creadas de una manera muy parecida a un ebook, utilizando tinta electrónica. En Estados Unidos están pensadas para que se puedan personalizar al gusto del usuario, algo que en España está prohibido. Estas matrículas contarán con un geolocalizador para poder encontrar el coche en caso de extravío o robo. Al poder personalizar estas matrículas, se puede aceptar publicitar cualquier marca dentro de ellas y ganar dinero con ello.
El problema que tienen estas matrículas digitales es que tienen también debilidades, y su mayor problema es que pueden ser hackeadas. De primeras puede parecer un problema mínimo, pero es algo bastante preocupante. Los delincuentes podrían utilizar el hackeo de estas placas digitales para cometer delitos e infracciones de tráfico sin que estas estén registradas a su nombre, y de esta forma, poder culpar a una persona inocente.
No es simplemente que un delincuente pueda modificar la matrícula de un coche que no es suyo, es que cualquier infractor con un conocimiento suficiente puede modificar su propia matrícula para que muestre el número asociado a otro vehículo. Con esto puede pasar peajes sin pagarlos o ser captado por radares sin preocuparse ya que la multa irá para otra persona.
Según Wired, una revista mensual estadounidense, el investigador de seguridad de IOActive, Josep Rodríguez, encontró la forma de hacer “jailbreak” a estas placas digitales. Para ello es necesario tener acceso a la placa de manera física para poder instalar el firmware, después solo bastaría con un aplicación en el teléfono para poder cambiar la matrícula a su antojo.
Este investigador indica que el problema es que Reviver, la marca que ha creado este dispositivo no tiene forma de poder solucionar este problema de seguridad relacionado con la actualización remota de software. Estas placas están continuamente conectadas a Internet, y el que no sea necesario tener acceso físico a ellas hace que sea una cuestión aún más seria. En Estados Unidos ya hay más de 65.000 matrículas instaladas. Para poder arreglar esta vulnerabilidad que sufren, tendrían que ponerse en contacto con todos los compradores.
La marca, por el contrario, ha contado a esta revista estadounidense que esta técnica que han identificado desde IOActive requiere de un acceso físico al vehículo y a la placa. También, se tiene que extraer la matrícula, por lo que se necesitan herramientas especializadas y experiencia en el proceso de hacerlo. Por tanto, según ellos, es muy poco probable que alguien de a pie quiera cambiar el número de matrícula y aprovecharse de esto. Esta vulnerabilidad la limitan a aquellos delincuentes que deliberadamente quieren violar conscientemente las leyes.
De hecho, el investigador Josep Rodríguez, volvió a afirmar que para desbloquear estas matrículas digitales no se necesitan ni las herramientas sofisticadas ni la experiencia que alega la marca creadora. Según él, el hack inicial sí que pudo necesitar estas características que se mencionan, pero una vez que se ha accedido ya cualquier persona podría usarlo para cambiar su propia matrícula o hackear la de otra persona, ya que solo se necesita conectar un cable e instalar el nuevo firmware de la misma manera que si se estuviera desbloqueando un dispositivo móvil.
Desde Reviver, afirman que cuentan con un sistema de alarmas que avisa cuando una de estas matrículas se ha desmontado del coche en el que estaba. De esta manera, serían conscientes de que alguien está intentando manipularla y, avisarían de inmediato a su dueño.
El problema de estas matrículas no es tanto que quieran modificar las de los coches ajenos, se trata más bien que un infractor decida modificar la suya para poder el número de identificación de otro vehículo, que sería el que tendría que pagar todas las multas que se hayan producido con el coche infractor.