Poco a poco España va introduciéndose en la denominada 'nueva normalidad'. De momento, solo Galicia la alcanzará el 15 de junio, el resto de territorios esperan, al menos, una semana más. Lo que sí vuelve es el turismo internacional y la movilidad a partir del 21 de junio. Retomaremos los viajes al extranjero, pero en plena pandemia, tendremos que ser cautelosos. Vacunarse, contratar un seguro médico, llevar mascarillas, hidroalcohol y termómetro, y evitar mercados en el extranjero, contactos con animales y lugares con aglomeraciones son algunos de los consejos que dan especialistas en medicina internacional en plena pandemia de coronavirus.
En concreto, Natalia Rodríguez-Valero, médica del Servicio de Salud Internacional y Medicina Tropical del Hospital Clínic y José Muñoz, jefe del Servicio de Salud Internacional del mismo hospital, ambos investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), han elaborado un documento en el que abordan cómo reanudar los viajes internacionales, con recomendaciones para antes, durante y después del viaje.
Sobre el caso concreto de coronavirus, explican: "Si el viajero presenta algún síntoma sospechoso de COVID-19 en ningún caso debe viajar. Ha de contactar inmediatamente con algún servicio médico. Si los síntomas aparecen durante el viaje o a la vuelta, también ha de ponerse en contacto con un servicio médico".
Además, aconsejan llevar mascarillas, cuyo uso es obligatorio en los aviones, solución hidroalcohólica y termómetro e informarse sobre las medidas especiales que adopten los países o las compañías aéreas por la pandemia de COVID-19 ya que algunos países incluyen cuarentenas a la llegada incluso si no se presentan síntomas.
Los dos médicos consideran que hay incógnitas científicas que impiden que se pueda aplicar la necesidad de un "pasaporte inmunitario", que consistiría en identificar anticuerpos específicos o serología contra el SARS-CoV-2, para acreditar a aquellos viajeros que ya han pasado la enfermedad y estarían protegidos. Sin embargo, "existen incógnitas que a nuestro entender no permiten su implementación, como la ausencia de evidencia de que los anticuerpos protejan de nuevas infecciones, entre otras limitaciones científicas y éticas".
Mantener la distancia de seguridad y usar mascarilla en las colas, no llegar a los aeropuertos con más de 90 minutos de antelación al vuelo, evitar aglomeraciones y tener en cuenta que es probable que se restrinja el acceso a los aeropuertos para que solo accedan a las terminales los viajeros, son otras precauciones que apuntan los especialistas.
Rodríguez y Muñoz advierten de que "es posible que algunos aeropuertos internacionales lleven a cabo chequeos extra y pidan medidas de seguridad, como controles frecuentes de temperatura o algún tipo de desinfección de los viajeros"
Durante el trayecto en avión hay que ponerse obligatoriamente la mascarilla y es recomendable usar geles antibacterianos "y beber agua suficiente para mantener hidratadas las mucosas, ya que el ambiente del interior de un avión es seco".
"El aire de cabina o es 100 % fresco o recircula de un 10 a un 30 % y, según la IATA, en la mayoría de compañías modernas este aire pasa por filtros microbianos HEPA similares a los de los quirófanos, por lo que en cabina el riesgo de infección no es alto. Otra cuestión es la posibilidad de contagio por un compañero de asiento, incluso si fuera asintomático", explican.
Una vez en destino, los médicos avisan de que es posible que algunos países decidan poner en cuarentena a los viajeros que lleguen de zonas muy afectadas, como es el caso de España, o que pidan certificados de salud. Por ello, aconsejan visitar la web del Ministerio de Asuntos Exteriores español para informarse de las últimas novedades y requisitos que exige cada país a los viajeros y consultar la página de la International Air Travel Association (IATA).
Durante la estancia en el destino hay que intentar no acudir a centros sanitarios salvo enfermedad, para evitar posibles contagios, y no visitar mercados ni tener contacto con animales, ya que pueden ser una fuente de enfermedades.
Evitar zonas concurridas o aglomeraciones donde no se puedan mantener las distancias, optar por alojamientos que cumplan la normativa, sobre todo en materia de áreas compartidas, evitar el transporte compartido, principalmente las personas más vulnerables, y seguir las normas de las autoridades sanitarias de destino son otros de los consejos.
"Si aparecen síntomas durante la estancia y sobre todo en el momento de regresar, las aerolíneas pueden poner impedimentos al viaje de vuelta. Hay que saber que si se viaja a un país vulnerable los sistemas de salud pueden estar colapsados y ser más difícil acceder a una atención y tratamientos", resaltan los dos médicos.
Especialmente si se viaja a destinos de mayor riesgo de virus, como aquellos donde hay malaria, dengue u otras enfermedades tropicales, es esencial vacunarse, así como contratar un seguro médico que cubra la COVID-19 y los gastos de repatriación.
Al regresar a casa, los dos especialistas ven lógico ponerse en cuarentena o cualquier método de control de la infección por SARS-CoV-2 si se ha viajado a un país que registra mayor número de casos que España.
"Si se viaja a zonas tropicales y subtropicales, y en general tras cualquier viaje internacional, lo más recomendable es consultar con un especialista en Salud Internacional o Medicina Tropical, porque hay enfermedades, como la malaria, que podrían ser graves si no se tratan rápidamente", concluyen.