El joven de 14 años que murió en la localidad madrileña de Getafe el pasado febrero falleció por un fallo cardíaco y no por consumir cocaína ni ningún otro tipo de estupefacientes, como se especuló en un primer momento.
El informe definitivo de la autopsia, que ha sido remitido a la Policía Nacional, que tenía una investigación abierta, señala que fue una muerte súbita cardíaca y, por lo tanto, natural, han informado a EFE fuentes policiales.
El menor, de nacionalidad española, murió sobre las once de la noche del viernes 16 de febrero cuando se encontraba junto a un grupo de amigos en las inmediaciones de la parada de metro de Los Espartales.
El joven entró en parada cardiorrespiratoria, perdió el conocimiento y los sanitarios del Summa 112, pese a practicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar, tan solo pudieron confirmar su fallecimiento.
Los agentes de Policía Judicial de la comisaría de Getafe abrieron una investigación cuando la familia del menor difundió que había fallecido después de que le suministraran tusi o cocaína rosa sin su conocimiento.
Avanzadas las pesquisas, tras entrevistarse con familiares y allegados de la víctima y revisar las cámaras de seguridad de las zonas en las que ocurrieron los hechos, barajaron la posibilidad de que el joven consumiera cocaína de forma voluntaria.
No obstante, no encontraron indicios que les hicieran sospechar de que una tercera persona le hubiese suministrado droga sin que él tuviera conocimiento.
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