Son muy pocas las personas que están excluidas de participar en el sorteo de Lotería de Navidad y los políticos no están entre ellos. Sí tienen prohibido participar los menores de edad, así como algunas personas con problemas con el juego que hayan querido apuntarse en una lista para evitar su participación, o también si no están capacitados legalmente.
Por supuesto, los Directivos de Loterías y Apuestas del Estado, así como sus familiares, tampoco lo tienen permitido, evitando así la posibilidad de ser señalados por hacer trampas en caso de resultar ganadores (y la tentación de hacerlo). También los integrantes de la Comisión Nacional del Juego y quienes forman parte de la organización del sorteo.
Eso deja a un gran número de personas con la posibilidad de jugar y ganar un premio de la lotería, de hecho, los mismos Reyes de España resultaron ganadores en 2004, pero en su caso fue en un sorteo de la lotería Nacional y no en el sorteo de Navidad. Se llevaron un premio de 13.296 euros cada uno con un décimo regalado por Miguel Garau, periodista catalán y miembro de la Asociación de Veteranos de RTVE. Fue con motivo de su boda y el dinero fue donado a una ONG.
Parece oportuno señalar que no hay ninguna ley o norma que impida a los políticos comprar un décimo para la lotería de Navidad y eso hace que, automáticamente, tengan posibilidades de ganar tanto el Gordo, como algunos de los premios menores que también se reparten.
Esto puede suceder y, de hecho, ha pasado. Por ejemplo, la diputada del PSOE balear, Silvia Limones, ganó en 2015 un segundo premio, por lo que le correspondieron 120.000 euros, por el número 12.775. Del mismo partido es el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en 2022 también se llevó un pellizco del premio, en su caso 320 euros.
Políticos afortunados, pero no tanto como esos que han conseguido ganar premios notables en varias ocasiones, como es el caso de Juan Antonio Roca, que consiguió, a lo largo de su vida, ganar 50 grandes premios en la lotería. Ante el juez reconoció que había comprado décimos premiados para blanquear dinero. Una suerte parecida tuvo Carlos Fabra, a quien le tocó la lotería por lo menos en cuatro ocasiones.
Esta es una práctica contra la que se lleva tiempo luchando y que puede suponer un gran problema para el premiado que vende su décimo y cobra el dinero en metálico, porque no puede justificar ante Hacienda de dónde ha salido. En caso de descubrirse, se le podría exigir incluso responsabilidad penal y el castigo podría llegar hasta a solicitar pena de cárcel.
Los premios iguales o inferiores a 40.000 euros están exentos de pagar impuestos, pero los superiores tienen un gravamen del 20% a partir de esa cantidad, algo que hace todavía más interesante para muchas personas el sorteo de la lotería de Navidad y les invita a participar con una mayor ilusión.