La Navidad es época de luces, de regalos, de escuchar a Mariah Carey… y también de compartir, por eso una de las prácticas más habituales es comprar un décimo de Lotería de Navidad junto a alguien de confianza. De este modo, si la fortuna está de tu lado, la felicidad será compartida (y el gasto al comprar el boleto es menor).
Esta práctica, que es tan habitual, no está exenta de riesgos, porque nadie sabe a ciencia cierta cómo va a reaccionar al tener el premio Gordo entre las manos. Para muchos no cambia nada, sus ganas de compartir el éxito siguen intactas, pero otras personas deciden que compartir ha dejado de ser atractivo y lo mejor es disfrutar el premio en solitario.
Confiar en la persona con la que se ha comprado el décimo está muy bien, pero la OCU nos recuerda lo que podemos hacer si queremos compartir y disfrutar de la tranquilidad que da hacer las cosas bien hechas, de manera que no haya riesgos de que nadie olvide que ese premio se tiene que repartir.
Un décimo de Lotería es un documento al portador, explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios, por lo que será quien lo tenga entre las manos quien lo pueda cobrar en el banco, incluso si ese décimo había sido pagado entre varios.
Así, por mucha confianza que tengamos en la otra u otras personas, siempre será mejor dejar las cosas claras, hacer las cosas bien y de este modo se evitan riesgos innecesarios y posibles discusiones que puedan acabar con una amistad o incluso provocar un problema familiar. Las recomendaciones de la OCU no son complicadas y pueden asegurarnos que cobraremos nuestra parte del premio en caso de tener una participación en un billete ganador.
Lo mejor es tener una prueba física para, en caso de conflicto, poder demostrar el acuerdo. Por eso, lo mejor es que el depositario del décimo lo fotocopie (por ambas caras) y entregue a cada participante una copa firmada, con el nombre y DNI del depositario. En esta fotocopia se indica el nombre de quien juega el número, la fracción, el sorteo y los euros con los que participa.
Estos mismos datos pueden enviarse por email o por WhatsApp, aunque habría que demostrar que son reales en caso de que una de las partes lo impugne, porque podría considerarse una prueba.
En caso de que sea un matrimonio quien esté compartiendo el décimo premiado, la OCU recuerda que si el matrimonio es en gananciales, el premio se repartirá al 50%, pero si el régimen es en separación de bienes, el premio será de quien lo ha comprado, a no ser que se pueda demostrar que se compartía.
En caso de perder un décimo de Lotería o si este es robado, el primer paso es poner una denuncia ante la Policía Nacional o la Guardia Civil, aportando el mayor número de pruebas, también hay que comunicar por escrito el hecho al organismo Loterías y Apuestas del Estado para así poder paralizar el pago hasta que se resuelva quién es el dueño verdadero del décimo.