Ya son cientos los soldados rusos hechos prisioneros por el servicio militar ucraniano. Muchos de ellos son detenidos sin apenas oponer resistencia, como este soldado que al verse rodeado prefiere tirarse al suelo y entregarse. Con un armamento inferior y menos medios el ejército y las milicias civiles ucranianas están consiguiendo pequeñas grandes victorias sobre las tropas rusas.
Uno de esos militares rusos que ya es prisionero de guerra se grabó hace unos días con su móvil con un vídeo muy sonriente mientras se mofaba de los ucranianos delante del fuego de los cohetes rusos lanzados contra Kiev. Ahora, esa sonrisa de superioridad se le ha congelado: los medios ucranianos aseguran que estaba herido y ha sido capturado.
Entre los soldados rusos hay chavales muy jóvenes a los que se ve desconcertados y muy asustados. Muchos están ahora muertos o presos. Un ejemplo es el de un soldado ruso, ahora prisionero de guerra. En unas imágenes se le ve hablando con algún familiar en algún lugar de Rusia. Al otro lado, alguien llora. Él, esposado, no puede contener el llanto.
El joven cuenta a su hermana que está preso en Ucrania. "Me están tratando bien", asegura. Algunos soldados son muy jóvenes, entre 18 y 25 años, con heridas en el rostro. Ahora están en manos de las tropas ucranianas y son varios centenares.
Muchos capturados no sabían que iban a la guerra, se pensaron que solo iban a maniobras. Ahora se describen como carne de cañón, y se sienten engañados. Algunos instan a Vladimir Putin a parar. "Esta no es nuestra guerra", afirman. Otros sí aseguran haber entrado en Ucrania para matar gente.