Thomas Macias, un hombre de 51 años de California (EEUU), falleció el 21 de junio. Días antes le habían diagnosticado COVID-19. Contrajo el virus en una fiesta en la que la persona que contagió al resto era consciente de que era positiva. Un día antes de morir, Macias dejó un mensaje de arrepentimiento por ese día en su cuenta de Facebook.
“Algunos ya lo sabéis, pero la mayoría no. Me equivoqué, salí hace un par de semanas y contraje el coronavirus. El lunes me hice la prueba y se confirmó el jueves. Debido a mi estupidez, puse en peligro la vida de mi madre, mis hermanas y mi familia. Esa ha sido una experiencia muy dolorosa. Esto no es broma. Si tenéis que salir, llevad una mascarilla y practicad el distanciamiento social. No seáis unos malditos idiotas como yo”, escribía en la red social el 20 de junio, justo un día antes de fallecer.
La conducta que criticaba de sí mimo no fue la que siempre tuvo. Era diabético y muy consciente de la salud de su familia por lo que usaba mascarilla y practicaba el distanciamiento social.
Sin embargo, con el paso del tiempo, conforme el estado relajó las restricciones, él también lo hizo y, a principios de junio asistió a una fiesta en la que uno de los asistentes era positivo en coronavirus y era plenamente consciente de ello. Al ser asintomático pensaba que no suponía ningún riesgo, pero de su irresponsabilidad se contagiaron una docena de personas ese día, entre ellos Tommy Macías.
Según publica CNN, parece que esa persona que infectó al resto llamó después a los asistentes para advertirles de lo que había hecho y para recomendarles que se hicieran la prueba.
Así, Tommy se hizo la prueba del COVID-19 el 15 de junio y el día 18 le confirmaron que era positivo. Para entonces, su estado de salud había empeorado mucho. Solo notó una ligera mejoría al día siguiente, pero el sábado 20 les comunicó a sus familiares que tenía muchas dificultades para respirar.
Este mismo día publicaba su mensaje en Facebook en el que agradecía todo su apoyo a quienes habían estado a su lado: “Gracias a todos mis amigos que me han traído comida, y a todos los que han estado allí para mí. Espero que con la ayuda de Dios pueda sobrevivir a esto. Los amo a todos”.
Un día después, el mismo que habló con su madre, Tommy Macias falleció.