La ola de calor de los últimos días y la falta de lluvia se están convirtiendo en un auténtico problema en Brasil. La sequía ha provocado imágenes preocupantes: toneladas de peces muertos.
Entre 15 y 20 toneladas de peces muertos se han visto en el Parque Nacional Lagoa do Peixe en Tavares, Brasil. El agua está tan baja debido al calor y la falta de lluvias que los pescadores pueden andar tranquilamente entre los animales que se amontonan.
No sólo perjudica económicamente a pescadores y agricultores también está alterando el ecosistema de la zona.
Brasil, la principal economía latinoamericana, sufre la peor sequía en casi un siglo desde hace meses. Esta sequía está suponiendo una grave crisis hídrica y eléctrica y está afectado a al consumo humano de agua, con restricciones en algunas zonas del país. Hasta las cataratas de Iguazú se están viendo afectadas ya que tienen un quinto del volumen habitual de agua.