El repunte de la criminalidad en Nueva York es a tiros. Durante la pandemia las cifras de asesinatos han subido a niveles desconocidos desde hace años. Nueva York se enfrenta así a uno de sus grandes problemas: la violencia armada en sus calles, una quiebra en toda regla la seguridad de una de las ciudades con más habitantes y visitadas del planeta.
El gran aumento de la violencia armando en Nueva York empieza a ser un problema. Solo en el último año, se han registrado cerca de 500 homicidios. En el último mes de enero, ha habido cerca de 22 asesinatos. Los tiroteos son tan frecuentes, que los vecinos los oyen "casi todos los días".
Una violencia urbana que se ha convertido en la gran preocupaciones de los neoyorkinos, que temen por su seguridad en el día a día. Y eso pasa también por el metro de Nueva York, uno de los transportes públicos por excelencia de la ciudad. Aquí, las agresiones se han disparado hasta cifras que no se veían desde hace 24 años. "Hay mucha violencia, mucha inseguridad".
Parte del problema es que, con la llegada del frío, miles de vagabundos se refugian en los vagones del subterráneo, convirtiéndolos en sus dormitorios y dejando un rastro de suciedad y sustancias tóxicas en los rincones de las estaciones, además, de miedo entre los usuarios.
Con las fronteras recién abiertas y miles de turistas visitando la 'Gran Manzana', el ayuntamiento de Nueva York se ha tomado muy en serio atajar el problema y ha lanzado un nuevo plan de seguridad: más cámaras de videovigilancia en la calle, más patrullas policiales y tolerancia cero al trafico de armas.