El mundo del motociclismo se ha vuelto a vestir de luto. Jason Aguilar, campeón en 2017 de Superstock 600, torneo americano de superbikes, ha muerto este fin de semana tras sufrir una caída con su bicicleta de montaña, una actividad que también le apasionaba.
Bob Aguilar, padre del prometedor piloto, ha sido el encargado de comunicar la noticia en redes sociales. Según sus declaraciones, Jason sufrió una caída en la mañana de este sábado en Laguna beach (California, EEUU) y fue atendido de inmediato por dos amigos, quienes alertaron para trasladarle al hospital. El piloto fue operado de urgencia por la hemorragia cerebral que sufría, pero los daños eran ya irreparables y terminó falleciendo.
Jason Aguilar era donante de órganos. Los médicos, tras notificar su fallecimiento, comenzaron el procedimiento. Un acto que, según ha destacado su padre, servirá para que su memoria siempre esté presente.
La trayectoria de Jason se trunca de forma trágica tras un accidente de bicicleta. Una circunstancia que hace recordar la muerte de Nicky Hayden, campeón de mundo de 500cc que falleció en la carretera cuando un coche le atropelló tras saltarse un stop.