Olena Lukash, ucraniana, de 53 años y residente en Kiev nunca pensó que la guerra fuese a estallar en su país. Su incredulidad se esfumó con la llegada de los primeros bombardeos por parte del ejército ruso en Ucrania. Los ataques enemigos no han cesado 23 días después.
Según el conflicto avanzaba, Lukash supo que tenía que salir del país y huir hacia Polonia. Eso sí, no sin salvar a sus 'niños de cuatro patas'. Pues Olena, junto a su marido, Alexander, son dueños de una perrera a las afueras de Kiev. En su viaje de huida, el cual duraría cuatro días (debido al enorme flujo de vehículos que están saliendo del país), lograron llevarse consigo en su coche, a 20 Bulldogs franceses, diez adultos y diez cachorros.
Pero no contentos con esto, y una vez pudieron dejar a los perros a salvo en territorio polaco, y de la Unión Europea, regresaron a Kiev, en pleno asedio ruso, para rescatar a otros 30 Bulldogs más. Más tarde huyeron hacia la ciudad de Vinnitsa, situada en el norte de Ucrania, a 280 kilómetros de Kiev.
En los próximos días, volverán a emprender su viaje rumbo a Polonia para ponerse, junto con los perros, a salvo de los ataques rusos. Un gesto que ha sido admirado por personas de todo el mundo, por la valentía de esta pareja y, en especial, de Olena, por no querer dejar atrás a los animales.
Eso sí, Olena admite las múltiples dificultades económicas a las que se enfrenta. El dinero se está acabando muy rápido y solo alimentar a los perros supone unos 450 euros semanales, por eso, pide ayuda económica a quienes puedan colaborar con para alimentos, medicinas y combustible. Todo por salvar a sus seres más queridos.