En pleno ataque a Ucrania y bajo la amenaza nuclear encima de la mesa, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha pedido al Gobierno de EEUU que retire sus armas nucleares de Europa, porque "ya va siendo hora", al tiempo que ha calificado de "inaceptable" la presencia de las mismas.
"Es inaceptable para nosotros que, contrariamente a las disposiciones fundamentales del Tratado sobre la no Proliferación Nuclear, las armas nucleares estadounidenses todavía se encuentran en el territorio de varios países europeos. (...) Ya es hora de que las armas nucleares estadounidenses se retiren y la infraestructura asociada en Europa se desmantele por completo", ha dicho Lavrov durante su discurso ante la Conferencia de Desarme de la ONU que se celebra en Ginebra.
Para Lavrov, esta situación supone una amenaza de ataque nuclear contra Rusia y viola el tratado alcanzado entre las partes, según ha informado la agencia de noticias rusa Interfax. El titular ruso de Exteriores ha matizado que Moscú está haciendo todo lo posible para evitar que Ucrania posea este tipo de armamento y ha expresado el "compromiso" de Rusia con sus obligaciones de no proliferación de armas de destrucción masiva.
Estaba previsto que Lavrov acudiera a la conferencia en persona, pero no ha podido volar debido al veto de los vuelos rusos impuesto por la Unión Europea como represalia por la invasión de Ucrania. Durante su intervención, ha hecho hincapié en la importancia de que la comunidad internacional no construya instalaciones militares en países de la antigua Unión Soviética y ha ofrecido una nueva justificación de la invasión: impedir que Ucrania adquiera armas nucleares.
"Hoy en día, el daño que supone Volodimir Zelenski para los países vecinos y la seguridad internacional es aún mayor si hablamos de la adquisición de armas nucleares", ha lamentado. Lavrov ha señalado que este tipo de comentarios son "irresponsables" y suponen un verdadero peligro dado que Ucrania "posee tecnología nuclear soviética y podría desarrollar este tipo de armas". "No podemos ignorarlo", ha dicho.
No obstante, ha defendido que Rusia está dispuesta a seguir trabajando con Estados Unidos para "desarrollar nuevos acuerdos en materia de estabilidad estratégica" bajo los acuerdos preexistentes y mediante un diálogo "exhaustivo". Además, ha instado a Washington y sus aliados a adherirse a sus obligaciones en cuestiones de seguridad y ha pedido a la comunidad internacional mostrar "disposición a la hora de ofrecer a Rusia garantías de seguridad legítimas y duraderas".