El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó al ministro de Defensa, Sergéi Shoigu, y al jefe del Estado Mayor militar, Valeri Gerásimov, que instauraran un "régimen especial de servicio de combate" en medio de la ofensiva en Ucrania. En una reunión de comando televisada, reclamó que sus fuerzas nucleares estuvieran alerta. Su anuncio, como pretendía, logró impacto en el resto del planeta.
"Los países occidentales no sólo están llevando a cabo acciones inamistosas contra nuestro país en el ámbito económico, sino que altos funcionarios de los principales miembros de la OTAN hicieron declaraciones agresivas con respecto a nuestro país", dijo Putin públicamente.
"Nunca habíamos oído anuncios así. No tengo la certeza absoluta de lo que significa. Mi mejor conjetura es que se refería al funcionamiento de los sistemas de mando y control", señaló Pavel Podvig, investigador principal del Instituto de las Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme (UNIDIR). "La forma en que creo que funciona, y la manera en que se supone que funciona, es que normalmente, bajo el estado cotidiano, el sistema no es capaz de transmitir órdenes (para lanzar armas nucleares). Pero se puede llevar al estado en el que sí es capaz", sin esa necesidad de anuncio, indicó Podvig, según recoge Infobae, a la revista especializada Defense One.
James Acton, codirector del Nuclear Policy Program en el Carnegie Endowment for International Peace, en un experto en materia nuclear. Considera que la orden fue para un determinado grupo de personal y no para todas las fuerzas nucleares rusas, aunque no está seguro. En Twitter, escribió una larga explicación sobre qué cree que ocurrió con el anuncio de Putin.
"Las fuerzas nucleares rusas se pueden dividir en estratégicas (que pueden llegar a EEUU) y no estratégicas (que no pueden llegar). En el día a día, las ojivas no estratégicas rusas se mantienen separadas de los sistemas de lanzamiento en un almacenamiento "centralizado" (un término organizativo, no geográfico). Un primer paso para preparar estas ojivas para su uso sería trasladarlas a los lugares donde se encuentran los sistemas de lanzamiento. Algunos sistemas vectores estratégicos -los ICBMs con base en el silo y los SSBNs en el mar- se mantienen listos para su uso con unos preparativos mínimos. Es posible que Rusia pueda enviar más SSBN al mar. Los ICBMs móviles de Rusia no son capaces de sobrevivir cuando están en sus guarniciones, pero son muy capaces de sobrevivir cuando están dispersos (probablemente más capaces de sobrevivir que los SSBNs). Por tanto, es probable que se dispersen como parte de cualquier alerta de fuerzas estratégicas. Las ojivas no se acoplan a los bombarderos estratégicos en el día a día, sino que se ubican in situ. Es posible que se carguen ojivas en estos aviones. De manera aún más agresiva, los aviones podrían ser puestos en alerta aérea", puntualizó Acton.
Por último, concluyó: "Podrían producirse numerosos cambios en otros aspectos de la postura nuclear de Rusia: más tropas convocadas, aviones de mando y control aéreo alertados, aumento de la seguridad en las bases. Estoy buscando qué fuerzas son alertadas (fuerzas estratégicas=señal clara a EEUU; fuerzas no estratégicas=más dirigidas a Ucrania). Y hasta dónde llega la alerta. La idea básica aquí es claramente asustar a Occidente para que retroceda. Pero parte del peligro aquí es que no me queda claro que Putin tenga en mente una vía clara de desescalada (excepto la capitulación de Ucrania)".
"Esto es inusual. Esto no ha sucedido desde hace mucho tiempo. Y eso es preocupante. No sé si él sabe exactamente lo que quiere que hagamos. Y eso me preocupa", manifestó Acton en una conversación con Defense One.