El mundo entero ha condenado la barbarie cometida por el Ejército de Rusia en Bucha. Ahora queda investigar, documentar lo que realmente ocurrió en la ciudad ucraniana y que Rusia se esfuerza en negar a pesar de las imágenes. Imágenes como la de un hombre en bicicleta que es acribillado por las tropas de Vladimir Putin cuando está totalmente indefenso.
El ciclista de Bucha circula por una carretera en solitario, sin saber que en la calle paralela hay decenas de tanques de Rusia. Al girar la esquina le acribillan a balazos. Sin miramientos. El Ejército de Rusia ha acabado con todo antes de dejar Bucha, en los alrededores de Kiev. “Los rusos han liberado todo porque aquí ya no queda nada”, se lamenta un ucraniano.
Lo que Rusia ha hecho en Bucha es lo que se llama zachistka y es una vieja práctica de guerra que Moscú ya empleó hace décadas en Chechenia. Consiste, como indica su traducción, en barrerlo todo: edificios, construcciones y personas, civiles o no, armadas o indefensas, como el ciclista de Bucha.
A pesar de las imágenes Rusia insiste en que todo es un montaje de Ucrania. Dice que los cadáveres abandonados en las calles, maniatados, torturados y apilados en fosas comunes de civiles es una invención de Kiev. El embajador de Rusia en Ucrania acude hoy a la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU con pruebas de que todo es mentira. Delante tendrá al presidente ucraniano, Volodimir Zelesnki, que intervendrá hoy en el Congreso.
Fuentes ucranianas señalan que el Ejército de Rusia está recrudeciendo su estrategia en el sur del país, donde se teme que estén empleado las mismas estrategias nefastas de guerra.
En Jersón, el responsable del gobierno regional ha explicado que a los civiles les están agrediendo, secuestrando y torturando.