El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado que España expulsa a 25 diplomáticos rusos tras la masacre de Bucha. El Gobierno de España sigue los pasos de Alemania, Francia y Dinamarca, que ya han tomado la decisión de echar a los diplomáticos de Rusia. Albares explicó la expulsión por considerar que "representan una amenaza para la seguridad de nuestro país" y como muestra de rechazo de la actuación de las tropas rusas en Ucrania.
En este sentido, ha denunciado que en la localidad de Bucha se han cometido "crímenes de guerra que deben ser investigados de forma inmediata y los responsables deben ser castigados por ello". Las imágenes llegadas desde Bucha, una localidad próxima a Kiev de la que las tropas rusas se retiraron la semana pasada dejando tras de sí cientos de muertos, han acelerado este proceso.
Así lo ha anunciado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha asegurado que el Ministerio está ultimando la lista de expulsados, que podrían ser "tal vez algunos más".
Lituania optó directamente por expulsar al embajador ruso del país, mientras que Alemania anunció la expulsión de 40 diplomáticos rusos y Francia de 30. Ya este martes, se han sumado a la lista Italia, con 30 expulsados, y Dinamarca, con 15.
Entre los países que ya habían procedido a expulsar a miembros de la legación rusa en sus capitales figuran Países Bajos, Irlanda, República Checa o Eslovaquia.
Por su parte, el Gobierno ruso ya ha adelantado que actuará en consecuencia. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajarova, ha ido advirtiendo a medida que se conocían las expulsiones que "Rusia dará la respuesta correspondiente".