En el noveno día de guerra, Rusia ha bombardeado una central nuclear en Ucrania, Zaporiyia, la más grande de Europa, ubicada a orillas del río Dniéper. Ha provocado un incendio que, por suerte, ha sido controlado. Por el momento "no se han registrado cambios en los niveles de radiación". Vladmir Putin resucita el fantasma nuclear.
El terror es un fuerte resplandor. El que ha iluminado el cielo esta noche la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Ucrania y de Europa, que ha caído en manos rusas pese a la resistencia ucraniana.
Rusia la ha bombardeado esta noche y ha incendiado la planta nuclear, concretamente el edificio de entrenamiento. La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha informado que "no se han registrado cambios en los niveles de radiación".
El desarme nuclear de Ucrania es uno de los requisitos que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha puesto sobre la mesa de negociación con Ucrania. Ayer ambas partes acordaron la creación de un corredor humanitario.
En las imágenes se ha visto como los vehículos militares entrando en la central nuclear de Zaporiyia. Las tropas rusas han rodeado la zona e impedido el paso a los bomberos de Ucrania, a los que han disparado a quemarropa, en un primer momento.
El bombardeo y la toma de la central nuclear es terrorismo nuclear con todas las letras para el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que le pide a Europa que despierte. En un discurso esta madrugada en redes ha pedido el cese de los bombardeos, denunciando que los tanques rusos "están disparando a unidades nucleares" y que estarían "equipados con cámaras termográficas".
Zelenski ha hablado con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para recibir una actualización de la situación en la central nuclear, mientras la Casa Blanca estaría vigilando el incendio registrado, confirmado en un primer momento por el portavoz de la central, Andriy Tuz, quien ha advertido de un posible peligro real de amenaza nuclear.
Zelenski también ha hablado con el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, que también ha condenado el ataque y ha solicitado "permitir el acceso sin restricciones de los servicios de emergencia a la planta", según un comunicado del Gobierno de Reino Unido.
Rusia resucita el fantasma nuclear.