Las negociaciones entre Ucrania y Rusia para lograr un alto el fuego continúan. Tras las conversaciones del martes Ucrania se muestra optimista, mientras que Rusia insiste en que tanto Crimea como el Donbás son intocables. Hoy se ha intentado rebajar la euforia aunque el jefe de la delegación rusa que negocia con Ucrania el fin de la guerra, Vladimir Medinski, ha asegurado que Kiev está “dispuesta” a cumplir con los “requisitos fundamentales” de Moscú en materia de seguridad, que implican que su país vecino no entre en la OTAN. Medinski ha resaltado en declaraciones a la televisión rusa que si se cumplen estos “requisitos”, la “amenaza” de que la OTAN “cree un punto de apoyo en territorio ucraniano se eliminará”, ha recogido la agencia de noticias rusa Interfax.
El jefe de la delegación rusa ha afirmado que Ucrania ha formulado estas tesis “por escrito” y las presentó en la ronda de conversaciones que tuvo lugar el martes en Estambul. “Nos dieron los principios de un posible acuerdo futuro por escrito”, ha asegurado.
El negociador jefe ruso, Vladímir Medinski, advirtió, no obstante hoy a Ucrania de que el estatus tanto de la anexionada península de Crimea como de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, cuya independencia fue reconocida por el Kremlin, son intocables para Rusia. "Quiero subrayar que la postura de principio de nuestro país en relación con Crimea y el Donbás sigue siendo invariable", dijo Medinski en una declaración por la televisión pública.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, también consideró anoche "positivas" las negociaciones entre ambos bandos celebradas el martes en Estambul. "La soberanía y la integridad territorial de Ucrania deben quedar garantizadas. No puede haber ni habrá ningún compromiso sobre la soberanía e integridad territorial", señaló. El asesor presidencial, Mykhailo Podoliak, explicó anoche que Kiev propuso a Moscú un plazo de quince años para negociar el estatus de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
Las conversaciones pueden conducir a un acuerdo parcial o servir sólo para que ambos bandos puedan reagrupar sus fuerzas. Ucrania demanda garantías internacionales de seguridad asumiendo que Rusia no se opondrá a su ingreso en la Unión Europea. Pero estas garantías internacionales de seguridad (que darían respaldo a una Ucrania sin alianzas formales) no se aplicarían ni a la península de Crimea ni a los territorios de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.