La capital mexicana, convertida en un campo de batalla. Comenzó siendo una marcha pacífica en protesta por la muerte de un joven que estaba custodiado por la Policía de Jalisco y la de George Floyd, en Minneapolis, pero terminó en violentos enfrentamientos.
Coches y patrullas incendiadas, escaparates destrozados y mucha violencia contra los manifestantes, en su mayoría jóvenes, que con la caras cubiertas rompieron todo lo que encontraron a su paso por el Paseo de La Reforma, en el Distrito Federal.
Grupos de jóvenes instalaron barricadas y quemaron el mobiliario público en los alrededores de la embajada de EEUU, en la capital mexicana. Los disturbios comenzaron después de una marcha que había sido convocada para exigir justicia por la muerte de Giovanni López, un joven supuestamente asesinado por agentes policiales que lo detuvieron en Jalisco.
La familia de Giovanni López, origen de la ira en un caso que es comparado con el de George Floyd, dijo que el joven había sido detenido por policías en Jalisco, porque no estaba utilizando mascarilla, pero que horas después le entregaron su cadáver con señales de tortura.
Sin embargo, el gobernador del estado, Enrique Alfaro, dijo que López fue detenido por una falla administrativa y por supuestamente agredir a los oficiales, aunque admitió su indignación por esta muerte.
Tres policías se encuentran detenidos por estar presuntamente involucrados en la muerte del albañil, de 30 años de edad, cuya muerte ha originado la furia de los manifestantes.