Las calles de Jalisco, en Guadalajara, México se han convertido en los últimos días en un hervidero lleno de protestas contra la muerte de Giovanni López, un joven albañil de 30 años que murió tras ser detenido por la policía por lo que el informe oficial de la comisaría señala como una “falta administrativa”. Sin embargo, medios locales se han hecho eco de otra versión que apunta a que habría sido arrrestado por no usar mascarilla, tal como disponen las medidas de prevención aplicadas en el país para combatir la pandemia de coronavirus, que deja más de 12.500 muertos y más de 105.600 contagios en la nación. En el momento de la detención, tras forcejear, hasta diez agentes le “golpearon y sometieron” antes de meterle en un vehículo policial desde el cual le trasladaron a comisaría. “Al día siguiente, apareció muerto”.
Concretamente, era el 4 de mayo cuando su familia recogía su cuerpo en el Hospital Civil de Guadalajara, “donde confirmaron que murió por traumatismo craneoencefálico”. “Tenía huellas de tortura y una herida de bala en la pierna izquierda", tal como recoge el medio mexicano ‘Milenio’ y como defiende la versión de la familia, que además manifiesta que el propio alcalde de Ixtlahuacán de los Membrillos, municipio de Jalisco donde se contextualizan los hechos, se puso en contacto con ellos a través de otra personas para ofrecerles unos 200.000 pesos, es decir, aproximadamente 8.000 euros, por no hacer público el vídeo que registra la detención; un vídeo que ahora, --cuando en Estados Unidos se suceden precisamente las protestas contra la muerte del afroamericano George Floyd por la violencia con que se empleó en su arresto Derek Chauvin, policía blanco--, circula de forma viral por las redes sociales y ha cobrado fuerza terminando por encender a centenares de jóvenes que se han echado a las calles para protestar contra la brutalidad policial con que se emplearon los agentes que sometieron a Giovanni.
Tanto es así, de hecho, que algunos famosos de México como Guillermo del Toro o Salma Hayek se han pronunciado para pedir justicia: “A más de un mes no hay respuestas, no hay arrestos. No es abuso de austoridad, es asesinato. El sinsentido, la locura absoluta, es que ocurra un asesinato a nombre de un asunto de salud pública”, escribe en Twitter el director, guinista y productor mexicano.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, por su parte, ha querido dejar claro que en los hechos no hubo “ninguna participación de los policías estatales”. “Lo que pasó en Ixtlahuacán de los Membrillos es una atrocidad, producto de la actuación de la autoridad municipal”, ha dicho, anunciando que se están realizando todas las investigaciones pertinentes para aplicar justicia y que ya han sido detenidos los primeros policías por su implicación en el caso.
Concretamente, han sido tres los policías detenidos: “el comisario, un policía y un mando medio", tal como ha comunicado el fiscal general de Jalisco, Gerardo Octavio Solís, quien ha indicado que se está trabajando en “otras órdenes de aprehensión”.
Mientras, en las calles se suceden las protestas, que desafortunadamente han trascendido a la manifestación pacífica y han derivado en importantes disturbios, enfrentamientos con los agentes, daños en varios coches patrulla e instalaciones estatales, derivando en más de una treintena de detenciones.
Además, en un episodio lamentable, uno de los jóvenes que se encontraban en el escenario de las manifestaciones ha tirado por tierra la intención de la protesta empleándose, precisamente, con una brutalidad y una violencia que nada tiene que ver con el reclamo de la mayoría de los que demandan justicia para un caso que ha conmocionado a la opinión pública: en un momento dado en plena concentración, ha procedido a prender fuego a un agente que se encontraba en la zona, el cual, inmediatamente, ha tenido que alejarse para tirarse al suelo en busca de la ayuda de sus compañeros, que tuvieron que asistirle para apagar las llamas que cubrían ya su uniforme.