La tasa de incidencia de siete días, que mide el número de nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes, se sitúa ahora en 249,1 en Alemania, con situaciones alarmantes en los Länder de Sajonia (521), Turingia (469,2) o Baviera (427). El número de muertes en 24 horas también se elevó a 235 el jueves hasta un acumulado de 97.198 fallecimientos en la pandemia. La presión en las salas de los hospitales es cada vez mayor. Los expertos ya piden la vacunación obligatoria en los trabajos con más interacción social.
Alemania ya ha tenido que empezar a trasladar a los pacientes de las regiones más afectadas, especialmente en la parte oriental del país, más resistente a la vacunación, a zonas donde la situación de la epidemia sigue estando controlada. El ministro de Sanidad, Jens Spahn, describió recientemente esta nueva ola de infecciones como una "pandemia de los no vacunados". Los tres partidos llamados a formar un gobierno de coalición han descartado la vacunación obligatoria.
Los tres partidos alemanes (socialdemócratas, verdes y liberales) que están en conversaciones para formar un gobierno de coalición a principios de diciembre han acordado no prorrogar el estado de excepción en todo el país, a pesar de la oleada de infecciones. En su lugar, presentaron el lunes un proyecto de ley que modificaría la legislación vigente para permitir que medidas como las mascarillas obligatorias y el distanciamiento social en los espacios públicos sigan aplicándose hasta el próximo mes de marzo.
El proyecto de ley se presentará este jueves en la Cámara Baja del Bundestag y se votará en una sesión extraordinaria una semana después. La sesión se produce en un momento en que Alemania registró el jueves un número récord de nuevos contagios de Covid-19, con 50.196 casos adicionales en 24 horas, según el Instituto Robert Koch
Los partidos también están estudiando la posibilidad de permitir a los empresarios imponer la obligación de que su personal se vacune, se recupere o dé negativo en las pruebas de detección del coronavirus, según Reuters de las declaraciones de Dirk Wiese, jefe parlamentario adjunto de los socialdemócratas, a la cadena de televisión ARD.
Un grupo de expertos en pandemias de los Países Bajos ha recomendado ya imponer el primer cierre parcial de Europa occidental desde el verano, presionando al gobierno para que tome medidas drásticas e impopulares para luchar contra el aumento del Covid-19. Se espera que el gabinete del primer ministro interino Mark Rutte tome una decisión el viernes sobre nuevas medidas tras la recomendación del Equipo de Gestión de Brotes, un grupo de expertos, informa Reuters de la emisora NOS.2 Entre las medidas que se están estudiando están la cancelación de eventos, el cierre de teatros y cines, y el adelanto del horario de cierre de cafeterías y restaurantes, según el informe de NOS. Los colegios permanecerán abiertos.
El gobierno suele seguir, aunque no siempre, las recomendaciones del panel. A pesar de que la tasa de vacunación de los adultos se acerca al 85%, los hospitales de algunas zonas de los Países Bajos se han visto obligados a reducir la atención habitual para tratar a los pacientes de Covid-19.
Austria ha contabilizado en las últimas 24 horas 11.975 nuevas infecciones de Covid-19, un nuevo máximo desde que comenzó la pandemia y casi diez veces más que hace un mes, mientras el Gobierno negocia con las regiones más afectadas el confinamiento de los no vacunados. El Ministerio de Sanidad planteó ayer a los Gobiernos locales de Salzburgo y Alta Austria, las dos regiones más afectadas, aplicar un confinamiento a quienes no estén vacunados, algo que fue, de momento, rechazado, informa Efe. Esos dos Estados federados tienen los porcentajes de población vacunada más bajos del país, 56,5 y 55% respectivamente, frente al 60% de media en Austria.