Las defunciones crecieron en España un 17,9 por ciento en el año 2020 con respecto al anterior: murieron 493.776 personas, 75.073 más, y los mayores incrementos se dieron en abril (81,9%) y marzo (59,3%), justo al inicio de la pandemia por coronavirus, y también en noviembre (un 21%).
Según los datos de defunciones que publica este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE), el coronavirus fue la causa de muerte más frecuente en el año 2020, y el número de muertos por coronavirus -entre los diagnosticados y los sospechosos- coincide prácticamente con el exceso de fallecidos durante ese año.
En 2020 murieron con el coronavirus diagnosticado 60.358 personas, y otras 14.481 fallecieron con sospecha de COVID-19 por tener síntomas compatibles con la enfermedad.
Además, los médicos certificaron 8.275 defunciones en las que la causa de muerte fue otra, aunque la COVID-19 contribuyó al fallecimiento.
Las muertes por coronavirus duplicaron a los fallecimientos por enfermedades isquémicas de corazón, la segunda causa de muerte, con 29.654 defunciones. Se situaron en tercer lugar las enfermedades cerebrovasculares, con 25.817 fallecidos, un 0,4% más que en 2019.
No obstante, por grupos de enfermedad, las infecciosas -que incluyen la COVID-19- fueron la tercera causa de muerte con el 16,4% del total, por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio y de los tumores.
En total, en España fallecieron 75.073 personas más que en el año anterior. De los 493.776 personas fallecidas, 249.664 eran hombres (un 17,4% más que en 2019) y 244.112 mujeres (un 18,5% más).
Durante el año 2020 fallecieron 266.235 personas en centros hospitalarios, 132.664 en sus domicilios particulares y 73.216 en residencias socio-sanitarias, donde las muertes aumentaron un 33,7 % con respecto al año anterior.
Por edades, el 87,3% de los fallecidos por diagnóstico de COVID-19 y el 93,3% de los que no estaban diagnosticados pero eran sospechosos tenía 70 o más años. De hecho, el riesgo de morir por esta enfermedad fue inferior a 100 fallecidos por cada 100.000 habitantes hasta los 65 años.
A partir de esa edad, las tasas aumentaron progresivamente hasta alcanzar los 3.638,4 fallecidos por 100.000 habitantes en el grupo de 95 y más años.
Por comunidades autónomas, la tasa más elevada de fallecidos por COVID-19 por cada 100.000 habitantes se dio en Castilla y León (243,5), seguida de Castilla-La Mancha (235,8) y la Comunidad de Madrid (215,2). En el lado opuesto se situaron Canarias (18), Illes Balears (45,8) y la Región de Murcia (48,9).
La metodología seguida por el INE en la Estadística de defunciones por causa de muerte se basa en el análisis pormenorizado de los certificados médicos de defunción que rellenan los facultativos colegiados en el momento del fallecimiento de las personas así como en la aplicación de dos estándares internacionales.
Este estudio recoge toda la mortalidad del año 2020, y viene a completar los datos parciales publicados hasta el momento y que se correspondían con la primera ola de la pandemia: hasta mayo se reconocían 45.684 fallecidos por coronavirus o con sospecha de haber contraído la enfermedad.