Cameron Moreau, un niño de 6 años de Nueva Jersey, Estados Unidos, tuvo que someterse a una cirugía de intestino después de tragarse varios imanes de juguete. Los médicos no podían averiguar cuál era la causa de la enfermedad hasta que los rayos X revelaron que el pequeño se había tragado las bolas magnéticas.
El menor había recibido por su cumpleaños este año un kit 'Sky Magnets'. Jessica Hernández, su madre, nunca pensó que podía pasar algo parecido antes de comprar el regalo, según explicó a NBC New York. "Nunca pensé que se llevaría eso a la boca. Ni siquiera sabía cómo reaccionar", comentó la progenitora.
Casius Moreau, hermano mayor de Cameron, estaba 'peleándose' con el pequeño por el popular juguete antes del incidente. El hermano menor, entonces, le dijo que lo había escondido donde nadie pudiera encontrarlo. "Me di la vuelta y él estaba sentado ahí mirándome con una gran sonrisa en su rostro. Yo estaba como, ¿qué hiciste? Él dijo, 'Nada'. Miré alrededor de la habitación y no había desorden ni nada y estaba limpio, así que dije 'Oh, está bien'", declaró Casius.
La ingestión de más de un imán potente puede hacer que los objetos se atraigan entre sí dentro de los intestinos, lo que puede perforar agujeros dentro del abdomen que pueden provocar una intoxicación de la sangre. La Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de EEUU prohibió estos imanes durante algunos años antes de que se permitiera a los fabricantes volver a utilizarlos en 2016.
Según Hernández, el colon de Cameron tenía un total de ocho agujeros. Tras ser hospitalizado, los médicos tuvieron que extirpar una parte de su colon en la que tenía dos agujeros muy juntos. Este caso no es el primero que termina con un niño en urgencias tras tragar imanes.
Un niño de 4 años de Indiana fue noticia recientemente por someterse a una cirugía después de tragarse 27 bolas magnéticas. En diciembre pasado, a una niña de 2 años de Illinois le extirparon el apéndice después de tragar 5 bolas magnéticas. Y en 2018, a un niño de 4 años de Wisconsin le extirparon parte del colon, el intestino y el apéndice después de tragar 13 bolas magnéticas.
La madre de Cameron ha señalado que el pequeño se encuentra ahora recuperándose después de múltiples cirugías. "Si hubiéramos esperado más, sólo Dios sabe lo que habría pasado", dijo Hernández. "Podría haber perdido a mi hijo. Quiero que estos imanes desaparezcan. Porque si me puede pasar a mí, le puede pasar a cualquiera", concluyó.