Rory van Ulft, una pequeña de solo siete años de edad, se ha convertido en la niña más fuerte del mundo. Para conseguirlo a levantado ni más ni menos que 80 kilos de peso muerto con una barra olímpica. Y no solo se queda ahí: es capaz de hacer sentadillas con 61 kilos de peso encima.
A esta canadiense no le ha frenado que en su país no existan torneos de alto nivel para deportistas pequeñas. Por ello, se ha desplazado hasta Estados Unidos para poder competir a nivel nacional en un torneo, y lo ha hecho a lo grande.
Se ha presentado a la categoría Sub 11 y Sub 13 , en la categoría de 30 kilos, logró levantar 32 kilos en la arrancada y 42 kilos en el envión, convirtiéndose en la campeona más joven de la historia de este trofeo.
Su padre presume orgulloso de su pequeña: "Sería justo decir que Rory es la niña más fuerte en el mundo", aseguraba tras el concurso.
Además, la joven llama la atención por sus tatuajes falsos: tiene los brazos llenos de ellos, que le dan un toque especial y que la gente no puede evitar observar.
Rory comenzó a practicar levantamiento de pesas cuando solo tenía cinco años. Siempre ha sido una niña muy deportista, entrenando también otras actividades como la gimnasia rítimica. Ahora, combina ambas: dedica cuatro horas a la semana a la halterofilia y nueve a la gimnasia. Un cóctel que le ha convertido en la niña más fuerte del mundo.