John tiene 11 años y acaba de recibir el mejor regalo de Navidad posible: un brazo biónico. Él lo ha explicado muy bien. Dice sentirse como un “héroe” y se alegra de ser como los demás: “Tengo una segunda mano, como todos”.
Jonh es un pequeño australiano que gracias a un brazo biónico creado por una empresa británica es un mucho más feliz. “Cuando vi por primera vez mi brazo de héroe pensé que era genial. Me asombró como se veía e iba a ser mío”, ha explicado.
John antes tenía una prótesis fija que le ayudaba en algunas cosas pero limitaba enormemente sus movimientos. “Lo que más me gusta de mi brazo de héroe es que ya no soy diferente a los demás, ahora tengo una segunda mano”, ha dicho el pequeño emocionado.
El dispositivo de agarre del brazo biónico de John es el más barato del mercado, según la empresa que lo fabrica, Open Bionics, de Bristol. Fue creado con una impresora 3D y es el único del mundo que se adapta a niños y adultos.
Funciona recogiendo las señales de movimiento de los músculos del muños de John. Al presionar un botón en el dorso de la mano, cuando el chico flexiona los músculos del muñón, el brazo detecta señales eléctricas que transforma en movimientos.
Para controlar el brazo de superhéroe, John tensa los mismos músculos que usamos para abrir y cerrar las manos. Eso hace que sus posibilidades de movimiento de su nueva mano sean enormes, al lado de la prótesis fija que llevaba antes.
Open Bionics es una empresa relativamente nueva. Asegura que sus brazos biónicos son muy económicos en comparación con los demás del mercado. Algunos sistemas de salud como el francés, el británico y el alemán lo financian.