Stacia Hollinshead, de 30 años, había rehecho su vida después de divorciarse de Ulisses Medina Espinosa, de 33, en 2016. Tres años después de la ruptura, tenía un trabajo nuevo como fiscal y una nueva pareja en Sycamore, Illinois (EEUU). En ese momento, su exmarido decidió arrebatárselo todo y la asesinó a tiros.
Ulisses Espinosa era controlador y manipulador. La relación con Stacia Hollinshead acabó en divorcio en 2016 y, desde entonces, se volvió aún más obsesivo. No estaba de acuerdo con la ruptura y culpaba a Stacia de su infelicidad. La seguía, interrogaba a su hija, de solo 5 años, para saber dónde estaba su madre, la llamaba hasta 65 veces por teléfono al día, según publica ‘Daily Star’.
Stacia Hollinshead tuvo que denunciarle por acoso y por abuso verbal y emocional. Le pusieron una orden de alejamiento, por lo que Ulisses Espinosa no podía acercase ni a su exmujer ni a su hija.
Tres años después, en 2019, la batalla legal siguió. Permitían las visitas de Ulisses Espinosa a su hija, pero bajo supervisión. Sin embargo, el litigio no cesó porque no pasaba la manutención a su hija y, esto añadió aún más tensión entre la expareja.
A pesar de los problemas con su expareja, Stacia Hollinshead decidió continuar la relación con sus exsuegros por el bien de su hija. Así, el 23 de marzo de ese año fue a visitarlos a su casa, en Beaver Dam, un pequeño pueblo de Wisconsin.
A la hora de la comida, Ulisses Espinosa, que no había sido invitado, irrumpió en la casa y después de darle unos regalos a su hija, que estaba en la sala de estar, se dirigió a la cocina, donde su exmujer hablaba con su madre.
Entonces, sacó una pistola y disparó varias veces a Stacia Hollinshead hasta que acabó con su vida. Después, arrojó el arma al fregadero. Desde la sala de estar, su hija lo escuchó todo.
“Comenzó a dispararle a mamá con una pistola”, declaró a la Policía, y “siguió disparando a mamá”. Además, añadió que tras el asesinato, su padre se dirigió a ella y le dijo: “El juez ya no nos hará más daño”.
El día del asesinato, la madre de Ulisses Espinosa llamó al 911 y, cuando se personaron los agentes en su casa, acusó a su hijo mientras lloraba desconsoladamente: “Él la mató”.
Los agentes detuvieron a Ulisses Espinosa, que solo dijo que quería hablar con su abogado. Durante la investigación, encontraron que había estado acumulando un arsenal de armas mientras planeaba su venganza e, incluso, llegó a escribir cartas con su última voluntad.
Sin embargo, Ulisses Espinosa dijo que sufría problemas mentales y sugirió que actuó en defensa propia. No obstante, en diciembre de 2020, para evitar que la menor tuviese que presenciar el juicio, se llegó a un acuerdo de culpabilidad y admitió el asesinato en primer grado de su exmujer.