Italia celebra “datos alentadores” en el último balance del impacto del coronavirus en el país. Por primera vez desde que irrumpiese el brote se ha registrado un descenso de casos positivos activos, al tiempo en que los ingresados en UCI y los hospitalizados también continúan esa misma tendencia.
Concretamente, tal como ha manifestado el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, Italia cuenta con un total de 181.228 casos, de los cuales son 108.237 los activos, es decir, 20 menos que los que se registraron el día anterior; un dato insólito que se recibe con cautela pero también con suma esperanza.
Por otra parte, la cifra de fallecidos en las últimas 24 horas asciende a 454, lo que eleva el total a 24.114, el peor de los datos recogidos por el balance.
Los hospitales, entre tanto, siguen reduciendo la presión, lo que se traduce en un descenso a todos los niveles, también en UCI. En total hay 2.537 pacientes ingresados en estas últimas, lo que supone un 62 menos que el día anterior, mientras que los hospitalizados son un total de 24.906, 127 menos.
El 75% de los casos positivos, es decir, 80.758, están en sus casas asintómaticos o con síntomas leves, precisa Protección Civil, quien indica que, por otro lado, son un total de 48.887 los pacientes que se han recuperado después de que en las últimas 24 horas se registrasen otras 1.822 altas médias.
Roberto Speranza, el ministro de Sanidad italiano, ha celebrado los “datos alentadores” recogidos en el último balance, particularmente en lo referido a la remisión de la presión en los hospitales, lo que ha valorado como “una tendencia que va en la dirección adecuada”, pero ha advertido que la lucha contra la pandemia “continúa”, subrayando “el altísimo precio” que ha tenido que pagar Italia, al igual que “la gran mayoría de los países del mundo”:
Siempre desde la más absoluta cautela, el ministro ha insistido en que “la batalla no está ganada” y “el peligro no ha pasado”. Si se comete el "error" de pensar así, "terminaremos por hacer que los sacrificios enormes que han hecho los ciudadanos hayan sido en vano", ha dicho en una entrevista radiofónica en la que ha defendido las medidas adoptadas: “Han permitido salvar las vidas de miles de personas”, ha enfatizado.
A este respecto, y continuando con el mensaje para no relajar las directrices, el ministro ha insistido en mantener la unidad en los esfuerzos para combatir la pandemia y ha lanzado un mensaje contundente a algunas regiones después de polémicas como la surgida en los últimos días después de que Lombardía anunciase sus planes para comenzar una reapertura gradual desde el 4 de mayo: “Ojo con alimentar políticas inútiles. En este momento hace falta trabajar juntos, codo con codo. Ojo con las divisiones", ha dicho.
Además, otro foco de contraversia ha llegado con la apertura de librerías y otros centros y establecimientos de grandes compañías, que han reactivado sus negocios a pesar del gobierno central apoyados por políticas regionales y argumentando la opinión de expertos virólogos.
Por último, el ministro también se ha referido a una eventual reanudación de la liga de fútbol: "Con más de 400 muertos al día, sinceramente, y hablo también como aficionado, este es el último problema del que podemos preocuparnos". "Las prioridades del país son otras", ha contestado.
Según el Observatorio Nacional de la Salud en las Regiones Italianas, que ha publicado un mapa con la fecha prevista para que cesen las gestiones, en Lombardía, la zona más golpeada por el brote de coronavirus, los contagios no cesarán “antes de finales de julio”. Por otro lado, en el centro-norte es donde se espera que tarden más en frenarse los contagios, aunque Véneto y Piamonte podrían lograrlo sobre el 21 de mayo, mientras que Emilia Romaña y Toscana no lo harían "antes de finales de mayo".
Las regiones donde primero cesarían los contagios, según esta previsión, serían Basilicata y Umbría, hacia el 21 de abril, mientras que en Lacio, donde está Roma, habría que esperar "al menos hasta el 12 de mayo".