El gobierno de Ucrania advierte de las tropas rusas avanzan sin retorno hacia Kiev y que 400 miembros del llamado Grupo Wagner podrían estar ya en la capital del país. La desconfianza aumenta entre los ucranianos al no saber si los miembros de esta sanguinaria organización se camuflan entre el resto de la población para cumplir con su principal objetivo: matar al presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
El Grupo Wagner es una organización compuesta por cientos de mercenarios rusos, que actúan bajo las órdenes del Kremlin y de Vladimir Putin. Su principal objetivo es llegar hasta Kiev, encontrar al presidente Zelenski, quien se encuentra oculto en algún refugio secreto, y asesinarle. No solo a él, también a otros altos cargos del gobierno, con el fin de preparar el terreno y que Moscú se haga con el poder, según apunta 'The Times'.
El Grupo Wagner está compuesto por violentos soldados chechenos, lo más sanguinarios de Rusia, que llegan con todo su arsenal a Kiev para apoyar el despliegue militar de Putin. "Cumpliremos las órdenes (de Putin) bajo cualquier circunstancia", declaró Ramzan Kadirov, líder de Chechenia e histórico fiel escudero de Putin. El Grupo Wagner trabaja con el objetivo de derrocar al gobierno ucraniano a cambio de una jugosa compensación económica.
La desconfianza del gobierno ucraniano no cesa. Desde recibió información sobre la misión del Grupo Wagner, el sábado pasado, se decidió a actuar y decretó, solo una hora después, un toque de queda "duro" de 36 horas para barrer la ciudad en busca de saboteadores rusos, advirtiendo a los civiles de que serían considerados agentes del Kremlin y se arriesgarían a ser "liquidados" si salían de la ciudad. Una vez pasado ese periodo, las medidas para detener la brutalidad del Grupo Wagner continua. Ahora, nadie puede salir a la calle a partir de las cinco de la tarde. Quien lo haga se arriesga directamente a ser detenido.
El Parlamento Europeo ya ha denunciado en varias ocasiones los crímenes del Grupo Wagner, por sus actuaciones indiscriminadas en distintos escenarios bélicos como en Ucrania, durante la guerra de Crimea, Siria, Sudán, Libia y República Centroafricana o Venezuela, en favor de los intereses de Rusia.
El pasado mes de noviembre, los 27 estados miembros estuvieron de acuerdo en sancionar a la organización paramilitar vinculada al Kremlin, pero su sanguinaria actividad parece imparable. La Eurocámara estaba dispuesta a denunciar las actividades del grupo militar y señalarlo como una organización interpuesta de Rusia, al que ha atribuido su financiación, entrenamiento y mando operativo.
Además, también hay voces que les acusa de ejercer una dura y violenta represión sobre miembros del colectivo LGTBI, asociaciones humanitarias y periodistas independientes. El Kremlin, por su parte, siempre ha rechazado su vinculación con el Grupo Wagner.