Un informe publicado por la revista PNAS ha concluido que el glaciar Thwaites, con un área del mismo tamaño de Florida, se ha convertido en el área más inestable de la Antártida. Por ello, es susceptible de verse sometido a una “rápida e irreversible” retirada.
Este estudio, además, también explica que el derretimiento de los glaciales, así como la inestabilidad del continente antártico, está provocando una subida del nivel del mar repentina. “Debido a los cambios ya provocados sobre el medioambiente, el aumento del nivel del mar en el futuro es algo inevitable”, ha afirmado el profesor del Instituto de Tecnología de Georgia Alex Robel.
A principios de este año, otro estudio, en este caso dirigido por la NASA, descubrió que se había generado una enorme cavidad debajo del gran iceberg. Esta tenía el tamaño de dos tercios de Manhattan y era consecuencia de la fusión acelerada del glacial.
El temor de que la Antártida tenga que enfrentarse a una situación crítica o de no retorno con el deshielo de sus glaciales va cada vez a más. La consecuencia de esto sería que se viviría una importante subida del nivel del mar. Por ello, los científicos tienen cada vez más la mirada puesta en el comportamiento del hielo de la región.