Hoy es el día de la fecha anunciada por Estados Unidos para que Rusia invadiese Ucrania, pero lo cierto es que las tropas rusas acantonadas en la frontera han comenzado su retirada a sus bases tras finalizar las maniobras al norte del límite entre los dos países y en la zona anexionada de la península de Crimea.
Este miércoles, el representante permanente de Rusia ante la Unión Europea, Vladimir Chizhov, ha rechazado las advertencias estadounidenses sobre un posible ataque ruso contra Ucrania y ha demandado a Estados Unidos que "presente pruebas".
"En lo que respecta a Rusia, puedo asegurarles que no habrá ningún ataque este miércoles. Tampoco habrá una escalada en la próxima semana, ni en la semana siguiente, ni en el próximo mes", ha dicho Chischow al diario alemán Die Welt, agregando que "las guerras en Europa rara vez comienzan un miércoles".
Estados Unidos ha dicho que considera posible una incursión rusa en Ucrania antes del cierre de los Juegos Olímpicos de Invierno de China. En ese sentido, tanto Washington como sus aliados de la OTAN han acusado a Rusia de estar preparando un nuevo ataque en la frontera ucraniana, una acusación que Moscú niega.
Chizhov ha condenado los comentarios de Estados Unidos sobre un posible ataque a Ucrania: "Cuando haces acusaciones, especialmente acusaciones muy graves contra Rusia, también tienes la responsabilidad de presentar pruebas. De lo contrario, es una calumnia".
Así, ha instado a Occidente a tomar en serio las preocupaciones de seguridad de Rusia: "Cuando nuestros socios finalmente escuchen nuestras preocupaciones legítimas, no tardará en llegar un proceso de distensión. Eso redundaría en interés de todos los europeos, desde Lisboa hasta Vladivostok, pero también de todas las demás naciones del mundo".
El Kremlin ha demandado que la OTAN restrinja sus actividades en Europa del Este y prometa no sumar a exrepúblicas soviéticas, como Ucrania, como nuevos miembros. Moscú también ha exigido la prohibición del despliegue de sistemas de armas, incluido un sistema de defensa antimisiles estadounidense, fuera de las fronteras de Rusia.