La tormenta no amaina en la familia real británica. El duque y la duquesa de Sussex, el príncipe Harry y Meghan Markle, continúan dando lugar a multitud de titulares que, desde Estados Unidos hasta Reino Unido, están generando un enorme revuelo que no hace sino acrecentar la fisura existente desde que la pareja decidiese marcharse.
Si recientemente era el propio príncipe Harry el que confesaba, en su declaración pública más sincera, que se marchó a EEUU para proteger a su familia porque los medios estaban destrozando su salud mental, haciendo así “lo que cualquier marido y cualquier padre hubiera hecho”, ahora ha sido Meghan Markle la que junto a él ha vuelto a dinamitar los ánimos en Buckingham.
Ha sido, concretamente, durante una entrevista a la famosa Oprah Winfrey, muy amiga de la duquesa de Sussex, y aunque se emite el domingo y tan solo han salido por el momento unos adelantos, han bastado para que hayan causado un auténtico terremoto en Reino Unido.
“No me dejaron darte una entrevista, Oprah, antes de casarme… Ahora lo hago con total libertad porque soy independiente”, llega a decir la duquesa de Sussex.
Los fragmentos, tanto de ella como del príncipe Harry incluían calificativos para la familia real propios de la mafia: “Nos han silenciado”, decían, “nos han difamado”. Y como cabe esperar, en Buckingham consideran la entrevista una falta de decoro, máxime con el esposo de la reina Isabel II, el príncipe Philip, recién operado del corazón y atravesando un delicado momento de salud a sus 99 años.
Pero todo no queda ahí, porque desde el Palacio van a investigar las acusaciones de acoso laboral vertidas contra Meghan Markle por asesores suyos cuando representaban a la familia real.
Los abogados de la estadounidense denuncian “una narrativa totalmente falsa”, mientras varias actrices que fueron compañeras suyas han salido en su defensa asegurando que Markle es “un ser de luz”.
Los Windsor siguen enfrascados en una pelea que cada vez involucra a más gente. En el ojo del huracán se encuentran, a un lado, la esposa del príncipe Harry, y al otro, Catalina de Cambridge, esposa del príncipe Guillermo, y Camilla Parker Bowles, esposa del príncipe Carlos de Gales.
Meghan Markle no duda en señalar a su cuñada y la esposa de su suegro. Las acusa de estar detrás de todos estos ataques y, a juzgar solo por el adelanto de la entrevista a Oprah, se avecina un enfado todavía más monumental en la familia real británica.