Las negociaciones entre Rusia y Ucrania no van nada bien. El tercer encuentro este lunes volvió a fracasar. La delegación de Kiev denuncia como inmoral que los corredores humanitarios que plantea Moscú se abran hacia Rusia en lugar de a Europa. Además, la delegación de Vladimir Putin insiste en el reconocimiento de Crimea como territorio ruso y la independencia de las dos repúblicas populares del Donbas.
El asesor del presidente Volodimir Zelenski señalaba anoche que continuarán las negociaciones intensivas y el propio jefe del Ejecutivo ucraniano ha dicho esta madrugada que dialogará con Rusia para conseguir la paz en su país: "Seguiremos hablando e insistiremos en las negociaciones hasta que encontremos la manera de decirle a nuestro pueblo que así es como vamos a conseguir la paz".
Sin embargo, parece lejos que ninguna de las partes ceda en sus exigencias. Ucrania, de momento, se conforma con que los corredores humanitarios para dejar salir a la población civil del país tengan su destino en Europa y no en Rusia, algo que consideran “inaceptable, "simple cinismo, pura propaganda” del Kremlin.
Por su parte, la delegación rusa insiste en sus exigencias: el reconocimiento de la península de Crimea como territorio ruso y el de las dos repúblicas populares del Donbás como independientes. En esencia, las mismas demandas de los acuerdos de Minsk.
"No quiero comentar sobre lo que dijo la parte ucraniana sobre las negociaciones. Hemos acordado no hacerlo público", ha dicho el jefe de la delegación negociadora rusa, Vladimir Medinski, antes de agregar que Kiev ha trasladado que estos reconocimientos son "prácticamente imposibles". "Ambos asuntos son de enorme importancia para Rusia, para los rusos y para la posición de nuestra delegación", ha dicho Medinski, según ha recogido la agencia rusa de noticias TASS.
La tercera de las condiciones que Rusia pone sobre la mesa es que Ucrania se declare neutral en su Constitución. Sobre este planteamiento, de nuevo ambas delegaciones se reúnen en Turquía esta jueves.