La tormenta 'Eta', que ha dejado decenas de muertos a su paso por varios países de Centroamérica, ha ganado fuerza en el golfo de México y ha recuperado la categoría de huracán, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, que examina los posibles efectos para zonas como Florida.
'Eta' ha avanzado con vientos máximos sostenidos de 120 kilómetros por hora, lo que convierta este fenómeno meteorológico en un huracán de categoría 1.
A su paso por el sureste de México, los estados de Chiapas, Veracruz y sobre todo, Tabasco, han sido los más afectados. Las lluvias han sido de tal magnitud que han inundado numerosos puntos de las ciudades. Como consecuencia, los ciudadanos han podido observar atemorizados a cocodrilos entre los restos de las inundaciones.
Estos hallazgos han sido publicados en redes sociales por decenas de habitantes de los estados afectados por 'Eta', que han observado asombrados cómo estos animales nadan a solo unos metros de ellos.
Cuba ha sido uno de los últimos países afectados por 'Eta', que ha causado estragos especialmente en países centroamericanos. El Congreso guatemalteco ha aprobado el estado de calamidad en diez departamentos para responder a la emergencia, que ha dejado solo en Guatemala 44 víctimas mortales, según el diario 'Prensa Libre'.
La cifra de víctimas se ha disparado también en la vecina Honduras, que el martes actualizó su balance para confirmar al menos 58 muertes vinculados al temporal, según datos de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) recogidos por el diario local 'La Tribuna'.
En Nicaragua, la vicepresidenta, Rosario Murillo, ha abogado por seguir "alerta" y preparados ante futuros fenómenos adversos. Las autoridades de este país estiman que más de 70.000 personas fueron evacuadas por los efectos de 'Eta' y que casi 10.000 viviendas sufrieron daños, entre ellas unas 1.900 que fueron destruidas.
En lo que se refiere a Panamá, se han contabilizado 17 fallecidos y 24 desaparecidos, tras la localización el martes de diez personas, según ha informado el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino. Además, hay 3.500 personas en albergues.