A pesar de que no son muchos los españoles que residen en Ucrania, los consultados por Informativos Telecinco -residentes en la capital, Kiev- aseguran que "están tranquilos", aunque no pueden dejar de mirar hacia la situación que se vive en la frontera con Rusia.
La realidad se encrudece cada día más, pero a ellos no les queda más remedio que seguir haciendo "vida normal". No hay otra que seguir yendo a trabajar y que los niños continúen yendo a la escuela. De momento, nadie se plantea abandonar el país, a pesar de la exhibición de fuerza que Rusia está mostrando estos días.
El temor y la ansiedad se han convertido en lo habitual de su día a día, tras el redoble de los tambores de guerra en la frontera. Aseguran que la tensión con Rusia es "una tónica constante desde mucho años" y, esperan, que, finalmente, "no se atrevan a cruzar la frontera".
Y es que, de momento, la tensión con Rusia es el único frente de guerra que hay dentro de Ucrania en estos momentos. Las fuerzas ucranianas contienen a los separatistas en estas trincheras, en el este desde hace siete años en un conflicto que ha costado 14.000 vidas a los dos. Precisamente, el tercer envío de armas de Estados Unidos por valor de doscientos millones de euros está destinado a reforzar esas defensas con armas antitanque en caso de un invasión por parte de Rusia.
El país liderado por Putin, mientras tanto, se ha encargado de recordar que no necesita poner un pie dentro del país. Ahora exhibe misiles de corto alcance capaces de llevar cabezas nucleares. Nadie espera en Kiev que Rusia las utilice, pero viven estos días esperando, como es el caso del Javier Larrauri, profesor de español en la capital ucraniana: "Hay miedo. Nunca había habido tantas tropas juntas y, encima ahora, también están en Bielorrusia. Si hubiera un ataque o una invasión de nuevo, podrían entrar por el norte o por el sur".
Y es que no pasa ni un día sin que Rusia haga una demostración de su fuerza militar. Algo que a partir de ahora se verá con mayor frecuencia, puesto que han anunciado nuevas maniobras ante el despliegue militar de la OTAN, el cual consideran una provocación.