La Policía de Saugerties, una población situada en el estado de Nueva York, ha logrado encontrar con vida a una niña de seis años, que estaba desaparecida desde hacía dos. La pequeña, identificada como Paislee Shultis, fue encontrada en un pequeño cubículo, bajo las escaleras del domicilio familiar, propiedad de sus abuelos paternos, donde sus padres la mantenían escondida durante todo este tiempo.
Cuando la niña desapareció el 13 de julio del 2019, con tan solo cuatro años, las autoridades sospechaban que sus padres, Kimberly Cooper y Kirk Shultis, podrían haberla secuestrado. Varis pistas les llevaban al domicilio familiar, pero tras los registros y la negativa del padre sobre si sabían algo de dónde podía estar su hija, los agentes no lograron encontrar nada. Shultis sostenía que su mujer, Kimberly, quien también se mantenía escondida, había huido con la pequeña a Pensilvania sin darle ninguna información. según USA Today.
Ni rastro de Paislee, hasta ahora. Después de recibir un aviso de que la pequeña podría estar secuestrada por sus padres, la policía de Saugerties volvió a ir a la casa. Todo parecía indicar que el registro terminaría como los anteriores, hasta que el detective Erik Thiele notó algo extraño en la forma en que estaban construidos los escalones de la escalera, que conducía la parte trasera de la casa hasta el sótano. "Algo estaba fuera de lugar", sostuvo el policía.
Thiele encendió su linterna y miró a través de una grieta entre los escalones de madera. Fue entonces cuando vio lo que parecía una manta. La escalera parecía sólida, desveló la Policía, pero con una herramienta quitaron varios de los escalones. A continuación, los detectives "vieron un par de pies diminutos", y después de quitar varios peldaños más, encontraron a Paislee, junto a su madre, en un "diminuto y frío" cubículo.
La menor, que fue inspeccionada por los médicos, se encuentra en buen estado de salud y fue entregada a un tutor legal. Mientras que sus progenitores, quienes habían perdido su custodia, así como el abuelo paterno, se enfrentan a un delito de interferencia en la custodia y otro grave, por poner en peligro el bienestar de la niña. Sobre los tres pesa una orden de alejamiento hacia la pequeña.