Unos hermanos gemelos han vivido años sin saber que se encontraban a solo unas manzanas de distancia en Argentina. Sebastián, uno de los hermanos, recibió un par de veces en su vida alguna señal que indicaba que tenia 'un doble' muy cerca.
A los 13 años, una amiga le comentó que conocía a alguien que era totalmente idéntico a él. La segunda señal de advertencia llegó en una discoteca de Rosario. En el pub, algunos desconocidos comenzaron a mirarle y le saludaban. Esa noche, sus amigos entraron al baño y al salir, se equivocaron y saludaron a otro chico creyendo que era él. En ese momento solo sintió sorpresa ante una persona que era muy parecida a él.
En ese momento, Sebastián y Mariano comenzaron a darse cuenta de que tenían muchísimas cosas en común, pero ninguno de los dos llegó a imaginar que eran hermanos.
Más adelante, la vida les volvió a juntar en diferentes lugares. Una vez, llegaron a coincidir en las clases teóricas del carnet de conducir. Ante la apariencia tan igual, Mariano decidió preguntar a sus padres si era adoptado, algo que finalmente le confirmaron.
Tras coincidir en varias ocasiones más, finalmente Mariano le comentó sus sospechas a Sebastián, y se realizaron una prueba de ADN que confirmó sus sospechas: eran hermanos.
Los jóvenes eran además hermanos gemelos monocigotos -lo que se conoce como gemelos idénticos-, algo de lo que se dieron cuenta muchos años más tarde de conocerse, según recoge La República.