Máxima preocupación en Estados Unidos, donde se celebra el Día de Acción de Gracias. Con un millón y medio de contagios en una semana y 2.400 muertes en las últimas horas por coronavirus se teme que la tradicional fiesta no sea lo más recomendable. El presidente electo, Joe Biden, ha pedido responsabilidad a las familias.
Biden ha pedido contención y que los estadounidenses se abstengan de reunirse, pero el tráfico aéreo está colapsado por lo que no parece que las familias vayan a dejar pasar la cena del pavo con pandemia de covid-19 incluida.
El mapa del tráfico aéreo de Estados Unidos explica los millones de personas en movimiento, que esta noche celebrarán el día de Acción de Gracias, la fiesta previa a la Navidad en EEUU. A pesar de las restricciones, y las dramáticas cifras que deja la COVID -el país contabiliza más de 12 millones y medio de contagiados y más de 260.000 fallecidos-, pero otros millones de estadounidenses se desplazan para reunirse con sus familias y amigos en plena pandemia.
Muchos reconocen estar corriendo un riesgo pero alegan que necesitan ver a la familia, porque ha pasado mucho tiempo desde la última vez que se vieron. El portavoz del aeropuerto de Los Ángeles pide que se viaje solo lo indispensable "haremos todo lo posible para que su viaje sea seguro".
Todos cumplen el protocolo "manos desinfectadas y distancia de seguridad" y hasta el presidente electo Joe Biden, ha pedido que se extremen las precauciones y ha confesado que él mismo celebrará Acción de Gracias separado de su esposa.
Por su parte, la vicepresidenta electa, Kamala Harris ha visitado la fundación World Central Kitchen del chef español José Andrés. Harris ha agradecido su labor. José Andrés con sus voluntarios cocinarán y repartirán 10.000 comidas para que los más necesitados celebren estas fiestas.