La pandemia de covid-19 vuelve a poner en apuros al sector de los cruceros de lujo. En Estados Unidos, unos 60 de estos buques que hace la ruta por el mar Caribe y la costa del Pacífico se han visto afectados por brotes que han obligado a las autoridades locales y federales a dejarlos atracados en tierra o a rechazar la autorización de entrada en puerto.
Los equipos sanitarios tratan de aclaran la implicación de la nueva variante ómicron de la covid-19 en este aumento de los casos detectados que en gran medida a afecta a las numerosas tripulaciones de estos buques, pero que también afecta al pasaje.
En algunos casos, los brotes detectados han ocurrido justo antes de partir lo que ha supuesto la anulación de las rutas y la imposibilidad de que los cruceristas realizaran el viaje.
Peor lo han llevado aquellos a los que los brotes han sorprendido en plena travesía entre puertos de destino ya que las autoridades locales les han prohibido el atraque.
Es el caso del buque Koningsdam, de Holland America, que debió recalar a San Diego al ser rechazado en México por un brote de covid-19. En un primer momento solo se detecto un caso pero controles posteriores multiplicaron los casos de afectados por la enfermedad.
Entre los viajeros afectados ha crecido la indignación ante lo que denuncian como una falta de protocolos para impedir los contagios y para aislar a los positivos. Recuerdan que se trata de un sector muy afectado durante los primeros meses de la pandemia y que han dispuesto de casi dos años para prepararse ante cualquier nueva ola de contagios.