Los cerca de un centenar de civiles ucranianos rescatados de la acería de Azovstal se dirigen a un campamento en Zaporyia. Así, en el autobús, dejan atrás el horror, desconsolados, recordando las pésimas condiciones en las que han estado.
Los recuerdos de Azovstal les dejan sin respiración: "Vivíamos en condiciones terriblemente húmedas, durmiendo entre frío". Muchos de ellos están traumatizados, soñando con los bombardeos. Ellos si han podido salir, pero como aseguraba esta tarde uno de los comandantes, quedan cientos de personas encerradas.
En el interior también hay heridos que necesitan asistencia urgente: los medicamentos ya escasean y a penas les queda comida.
Un centenar de civiles fueron evacuados de la metalúrgica Azovstal, último reducto de las fuerzas ucranianas en la ciudad de Mariúpol, asediada por las fuerzas rusas, tras un acuerdo auspiciado por la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmaba este domingo que "ha comenzado la evacuación de civiles de Azovstal". El primer grupo, de unas 100 personas, se dirigió hacia la zona controlada", ha señalado.
"Estaremos con ellos en Zaporiyia. ¡Gracias a nuestro equipo!", publicaba Zelenski en Twitter. Zaporiyia se encuentra a unos 200 kilómetros al noroeste de Mariúpol y está bajo control ruso. Ha sido destino de anteriores evacuaciones.