Parecía un tranquilo paseo en un lugar idílico como son las cataratas de Athabasca en Canadá pero esta historia a punto estuvo de acabar en tragedia. Un visitante quiso recoger el dron que había perdido y cayó a las gélidas aguas.
Se trata de una zona peligrosa y con vallas que pretenden impedir precisamente eso, que nadie se acerque al río. Algo que el protagonista decidió obviar para recuperar su dron y acaba resbalando por el hielo. Antes de caer al agua gélida, queda enganchado por los pies mientras otros turistas contemplan la escena asustados.
Entre gritos de angustia, el hombre nada con la corriente a favor hasta que llega a una especie de isla a la que se aferra para intentar salir. Por suerte, encuentra un árbol caído que le sirve de ayuda. Se agarra a las ramas para hacer fuerza y, finalmente, consigue ponerse a salvo. Una imprudencia que podría haber acabado mucho peor.