Angustiosa y trepidante escena en una pista de esquí de Predeal, Rumanía. Un gran oso se metió en la pista y persiguió a un esquiador durante varios e interminables minutos: desde el telesilla miraban expectantes cómo el joven consiguió, por poco, ponerse a salvo.
Una visita inesperada se interpuso en el camino de un grupo de esquiadores. Parados, en medio de la pendiente, observaron con preocupación cómo un oso se acercaba a ellos.
El monitor de la expedición, George Milos, que grabó la escena, decidió ponerles a salvo y se deslizó ladera abajo, previendo que el animal lo perseguiría y dejaría en paz al resto.
Y así fue, el plantígrado corrió detrás del esquiador. Este esperó que el animal se cansara pronto, pero parecía infatigable. Durante la bajada se encontraron a otros esquiadores, quienes fueron advertidos por el monitor.
El animal llegó a acercarse peligrosamente por momentos, pero Milos mantuvo la calma. Tras siete minutos de persecución, el oso se detuvo y penetró en el bosque. Tras ver las imágenes, el ministro de Medioambiente rumano ha anunciado que se intentará realojar al ejemplar lejos de las pistas de esquí.