La Comisión Europea ha inspeccionado por sorpresa las instalaciones en Alemania de Gazprom, la empresa energética ruso, por sospechas de que viola las normas de competencia para hacer subir los precios, según han informado dos fuentes europeas. Además del encarecimiento del precio del gas, a Europa le preocupa que Rusia pudiera cortarle el suministro de gas.
La Comisión no ha confirmado esta información aún, según adelanta el diario El País. Aunque si admite inspecciones, junto con las autoridades alemanas, de empresas dedicadas al “suministro, transporte y almacenamiento de gas natural en Alemania".
"Las inspecciones sin previo aviso son un paso preliminar en la investigación sobre supuestas prácticas anticompetitivas. Las inspecciones no significan que las empresas sean culpables de comportamiento anticompetitivo y no prejuzga el resultado de la de la propia investigación", explica la Comisión Europea.
Desde el año pasado se sospecha que Rusia trata de subir los precios del gas restringiendo el suministro a Europa. La invasión de Ucrania ha puesto de manifiesto la extrema dependencia que tiene la Unión Europea tiene del gas ruso, que representa el 40% de su consumo medio. Algunos países, en Europa le compran a Moscú el 80% del gas.
La guerra y esta dependencia energética han llevado a Bruselas a buscar alternativas energéticas. Por un lado pretende reducir su dependencia del gas de forma paulatina desde este año hasta 2030. EEUU, Argelia o Catar podrían ser esas otras fuentes de energía para Europa.
Por otro, la Unión Europea busca otras fuentes de energía. Francia ha hecho una clara apuesta por las centrales nucleares y Alemania, se plantea dada la guerra de Ucrania, no cerrar las plantas que debían hacerlo este año.
Gazprom es la principal compañía rusa y la empresa de gas natural más grande del mundo. Aunque es de carácter privado, el Estado de Rusia controla la mayor parte de su capital. Esta empresa es clave en los ingresos del país. Fue creada en 1989 y aporta el 60% del gas consumido en Austria o el 35% del utilizado en Alemania.
Además, la compañía era la principal accionaria del Nord Stream I y es la propietaria única del Nord Stream II. Estos son los gaseoductos que abastecen a Europa de gas ruso. Este último, no ha llegado a entrar en funcionamiento. Fue suspendido un día antes de que comenzara la invasión de Ucrania.