El pulso entre la Unión Europea y el Reino Unido sobre los términos del Brexit a partir del 1 de enero de 2021 tiene una nueva víctima colateral: la vacuna de la covid-19 de los laboratorios alemanes Pfizer y Biontech. Los creadores del antídoto que han devuelto la esperanza al mundo han firmado recientemente un acuerdo con la química británica Croda International para que sea la encargada de fabricar un elemento químico indispensable para su fabricación.
Steve Foots, director ejecutivo de Croda ya ha advertido que de no haber acuerdo antes del 31 de enero entre ambos bloque se levantara una aduana dura que pondrá en peligro el movimiento de mercancías entre ambos lados del Canal de la Mancha, poniendo en riesgo el suministro de la vacuna al Reino Unido y la entrega de los excipientes necesarios para la creación del antídoto.
En declaraciones al canal de televisión británico, Sky News, Foots, ha pedido "asegurarnos de que la vacuna no tenga ningún problema para entrar en el Reino Unido" por lo que ha reclamado a las autoridades británicas una negociación que evite "las fricciones aduaneras".
Las autoridades británicas han recordado a través de su ministro de Comercio que existe la posibilidad de que el suministro de la vacuna se vea afectado por la interrupción de la frontera del Brexit.
La empresa británica, con un acuerdo con Pfizer de casi 85 millones de euros cree que las necesidades de la bioquímica alemana irán creciendo conforme la fabricación y distribución de su vacuna se expanda por el resto del mundo por lo que ya trabaja en poner en marcha su gigantesca cadena de distribución y no quiere que el Brexit se convierta en un obstáculo.