El día que Brasil supera las 500.000 muertes por coronavirus, la cifra de decesos más alta del mundo tras EEUU, miles de personas se echan a las calles de todo el país para protestar por la gestión de la pandemia del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
El Gobierno brasileño se enfrenta a numerosas críticas por no comprar vacunas a tiempo. Se ha sabido que Pfizer ofertó a Brasil entre agosto y noviembre del 2020 la venta de vacunas, y que no obtuvo respuesta por parte de las autoridades.
A 20 de junio de 2021, solo el 11% de los brasileños está completamente vacunado y solo el 29% ha recibido la primera dosis, según datos del Ministerio de Salud del país. Las protestas de este sábado se extendieron en al menos 44 ciudades de 20 estados distintos.
Ahora un comité especial del Senado brasileño está investigando la respuesta pandémica de la administración Bolsonaro, destacando el retraso del Gobierno en la obtención de vacunas y los tratamientos no probados contra la covid19 que impulsó el país.