Maxym Franko, de seis años, le dijo a su madre que estaba asustado, mientras toda la familia se preparaba para huir de Ucrania. "Mamá, no quiero morir", dijo. "Soy demasiado joven". "¿De qué estás hablando?", preguntó, tratando de tranquilizarlo. 'No te pasará nada'. En cuestión de horas Maxym estaba muerto. Fue asesinado el 26 de febrero
Durante algún tiempo, su cuerpo permaneció desatendido en el suelo de un hospital de Kiev abrumado, cubierto solo por una hoja de cartón. Fue enterrado sin la presencia de ningún miembro de su familia. El primo de Maxym, Vovo, de 13 años, sobrevivió al mismo ataque, a pesar de haber sido alcanzado por cinco balas, incluida una en la cara.
La madre de Maxym, Anna Chechelnytska, todavía se está recuperando de una grave herida en la cabeza que sufrió en el incidente. Pero es el daño psicológico a Anna lo que nunca será reparado. Está casi desquiciada por el dolor. "Me dispararon en la cabeza, cerca de mi oreja", recuerda Anna. "Alina fue alcanzada por balas en su mano derecha y su rodilla izquierda. Pero Maxym ya estaba muerto cuando lo sacamos del auto. "Salí del auto cargando a mi hijo y estuve caminando con él gritando hasta que en algún momento perdí el conocimiento. Alguien llamó a la ambulancia y llegó en 25 minutos.
"No entiendo por qué nos dispararon", continúa Anna. "Las ventanillas del coche eran transparentes. Quienquiera que fuera seguramente podría ver que llevaba mujeres y niños.
"No se me permitió ver a Maxym durante varios días, hasta que me invitaron a la morgue para identificar su cuerpo. Pude ver que su frente estaba ileso. Le dispararon en el costado o en la espalda; había sido alcanzado por siete balas". Anna fue trasladada a un hospital en la lejana Lviv donde, diez días después del ataque, se sometió a una cirugía para extirpar la bala en su cabeza. Ahora está en Revne con Alina, en el piso de su hermano.
La invasión de Rusia a Ucrania ha dejado 121 niños muertos y más de 167 heridos, indicó este miércoles la agencia ucraniana de noticias Ukrinfom con datos de la fiscalía de menores. El mayor número de niños afectados se registró en las regiones de Kiev (61), Jarkiv (41) y Donetsk (40), precisó el ente en un informe difundido en Telegram. Como resultado de los bombardeos y los ataques diarios, 548 instituciones educativas resultaron dañadas y 72 de ellas quedaron completamente destruidas. En concreto, se trata de más de 220 escuelas y 155 centros preescolares. Además, más de cuarenta instituciones para niños, entre los que se cuentan centros médicos, escuelas de arte, instalaciones deportivas y bibliotecas, fueron alcanzadas por el fuego enemigo, según el comunicado.