La aerolínea rusa Aeroflot, la más importante del país, ha anunciado este sábado la suspensión de todos sus vuelos internacionales con la excepción de los de la capital bielorrusa, Minsk, tras la guerra en Ucrania.
La suspensión será efectiva a partir del 8 de marzo y afecta además a las filiales de Aeroflot Rossiya y Aurora, según recoge la agencia de noticias rusa TASS.
Los vuelos internos rusos seguirán funcionando con normalidad, dentro de las restricciones provisionales aplicadas a los destinos del sur del país.
Desde este mismo domingo, 6 de marzo, no se aceptarán billetes de vuelos internacionales de vuelta previstos a partir del 8 de marzo, aunque la compañía se ha comprometido a buscar una solución para los pasajeros que estén en el extranjero y no puedan volver a Rusia.
La mayoría de los países europeos han cerrado su espacio aéreo a vuelos rusos desde el inicio de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, lo que ya había limitado radicalmente las operaciones de las aerolíneas rusas.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha defendido este sábado como "absolutamente correcta" su decisión de invadir completamente Ucrania más allá de las zonas afines de la región del Donbás, en el este del país. Además, ha lanzado una advertencia después de confirmar que la operación está siendo un éxito: asegura que las sanciones de Occidente son parecidas a una "declaración de guerra".
El mandatario ha asegurado además que, a estas alturas de la incursión "casi toda la infraestructura militar de Ucrania ha sido destruida y la eliminación de la defensa aérea está casi completa", según declaraciones recogidas por la agencia TASS.