Estados Unidos es el país de origen de los gigantes de la tecnología que operan en Occidente, Europa no tiene todavía ninguna tecnología similar, ni siquiera en el campo de la inteligencia artificial. En los últimos años, Bruselas se ha centrado en regular el impacto tecnológico y el control de contenidos de las redes sociales. El cambio anunciado por Marck Zuckerberg en Meta tiene consecuencias directas sobre los países que conforman la Unión Europea.
El primer efecto directo es que Europa se queda sola en la regulación de contenidos en las redes y que, para que se cumpla la legislación vigente contra la desinformación deberá replantearse el modelo de relación tanto con la red social 'X' como con Meta. El CEO de Meta, Mark Zuckerberg defendía las nuevas medidas que se implantarán tanto en Instagram como en Facebook, como herramientas para luchar a favor de la libertad de expresión.
En este argumento está la clave para Bruselas, ya que pide a estas empresas que no confundan este derecho con la propagación de bulos o las injerencias en procesos electorales. Muchas capitales europeas abogan por esta protección contra la desinformación de cara a las elecciones alemanas. Por el momento, tratan de evitar una guerra con el magnate de 'X', Elon Musk, sabiendo que será el próximo gran influyente dentro de la administración de Donald Trump.
Musk sigue siendo la pesadilla de muchos líderes europeos. A través de la red social de la que es propietario, ha llamado 'tonto' al canciller alemán Olaf Scholz, alineándose con la ultraderecha alemana de cara a las elecciones del próximo 23 de febrero. Emmanuel Macron ha salido en defensa del líder alemán sin citar el nombre directo de Musk aludiendo a que se está apoyando a una internacional reaccionaria.
En España, el Ejecutivo no ha sido tampoco más explicito después de que el gran magnate estadounidense comentase con un 'wow' una información que afirmaba que más de un 91% de los condenados en Cataluña por violaciones son extranjeros. Desde nuestro país, Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, ha pedido que "estas plataformas actúen con neutralidad, sobre todo sin ningún tipo de injerencia".
El primer ministro británico, Keir Starmer, dice haberse hartado de lo que tacha de 'mentiras' del multimillonario de Estados Unidos. Elon Musk pidió cárcel para el británico tras el escándalo de abusos sexuales a decenas de menores de edad de origen pakistaní que salió a la luz cuando era fiscal general del país. Por ahora, solo el gobierno italiano es defensor de Musk, con quien Giorgia Meloni ultima un acuerdo de 1.500 millones de euros para las provisiones de comunicaciones seguras para Italia.
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