La guerra en Oriente Medio continúa escalando un año después del ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre de 2023, momento clave a partir del cual Israel inició su contundente respuesta que terminó de reducir la Franja de Gaza a escombros a base de bombardeos. Ahora, con los de Benjamin Netanyahu avanzando en su ofensiva y extendiendo su incursión en el Líbano, se teme también a la posible respuesta que puedan dar al ataque con misiles de Irán sobre territorio israelí. Explicando el conflicto, Beatriz Gutiérrez, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Madrid, nos explica las principales claves en El Matinal de Informativos Telecinco.
“Todo indica que progresivamente el frente en Gaza se está, de alguna manera, controlando. Más o menos, las operaciones en la Franja se consideran concluidas, a falta de unos focos de resistencia, y todo indica que ahora el grueso del conflicto se está moviendo al sur del Líbano, donde todo apunta que se va a intentar, a través de operaciones quirúrgicas, por el momento, ir neutralizando las principales infraestructuras de combate de Hizbulá”.
“Esto no quita que se pueda producir a corto-medio plazo una invasión terrestre, de hecho, pero lo que tenemos sobre la mesa son intervenciones muy específicas en zonas muy específicas”, señala Gutiérrez, analizando el escenario actual y qué cabe esperar en el desarrollo del conflicto.
Según señala, en el reparto de poderes en Oriente Medio, Israel se muestra, “en principio, mucho más reforzado”. “Tiene muchísimos problemas internos, en el sentido del cuestionamiento que hay hacia el Gobierno, pero ahora mismo, lo que el Ejecutivo israelí está demostrando es que, sobre todo en el frente referente a Hizbulá, ha reforzado muchísimo sus capacidades en términos de inteligencia, armamentísticos, etc., para que la guerra no vuelva a ser una debacle con las mismas características que la que tuvo en el año 2006”, apunta.
Ahondando respecto a esto último, señala que “en este caso se tienen garantías, , sobre todo a través de la tecnología armamentística, de ser muchísimo más efectivos, perder menos vidas israelíes y poder garantizar que los –alrededor de 80.000 ciudadanos– israelíes que están desplazados en la zona centro del país puedan volver a sus casas en la franja norte de Israel”.
A la espera del inminente ataque de respuesta de Israel contra Irán después de que lanzasen un ataque masivo con misiles sobre territorio israelí y cómo se puede agravar la situación en consecuencia, Gutiérrez destaca el panorama de tensión e incertidumbre existente.
“Desgraciadamente no se sabe a ciencia cierta qué es lo que va a pasar. Sería muy osado hacer una valoración, pero lo que sí es un hecho es que la clave está no solamente en cómo responde Israel sino también cómo Irán responde a la intervención israelí. Podríamos hablar de una escalada dependiendo de en qué grado Israel responde a Irán y como Irán escala o contiene el conflicto”, apostilla.
“Ahora mismo, en base a los patrones de actuación estratégica que ambos contendientes han tenido en los últimos meses, –y tenemos un poco como referencia aproximadamente desde el año 2010 las acciones que se han ido llevando a cabo y, sobre todo, el ataque con drones del mes de abril–, Israel respondió de una forma en la cual, fundamentalmente, se atacaban infraestructuras estratégicas iranís, ni tan siquiera estructuras de Gobierno. En ese sentido, todo apunta, –y eso es de lo que ha habido el ministro de Defensa israelí, Yoav Galant–, el ataque iría también en ese sentido: no tanto atacar Irán y provocar una escalada regional sino atacar las principales infraestructuras iranís, fundamentalmente políticas y militares”, explica.
Preguntada sobre si hay alguna posibilidad de acuerdo para un reconocimiento del Estado de Palestina y un gobierno biestatal, –con las afirmaciones del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, señalando que nunca será posible la paz sin ello–, Beatriz Gutiérrez expone la dificultad para que algo así se produzca en estos momentos.
“Ahora mismo no se puede hablar de solución biestatal porque Gaza, hoy, sigue estando controlada por Hamás y las relaciones entre Hamás y el Gobierno de Ramala, Al-Fatah, llevan muchos años rotas. Es cierto que, de cara a la galería, hay algunos acercamientos, pero no hay un acercamiento real como para poder hablar de un Gobierno unificado. Entonces, no tendríamos un escenario biestatal sino un escenario, en todo caso, triestatal”.
“Eso sería ahora mismo, con lo cual, para poder hablar de escenario biestatal previamente habría que pacificar Gaza, dar por concluidas las operaciones y, después, crear algún tipo de administración pública o Gobierno en el cual la Autoridad Nacional Palestina que gobierna en Ramala también estuviese implicada, cosa que ahora mismo no sabemos si va a ser así o no, porque todavía ni Israel, ni la Autoridad Nacional Palestina, ni la comunidad internacional se han manifestado”, detalla.
“Hamás gobernaba en Gaza desde 2007 porque ganó las elecciones de 2006 y la comunidad internacional, fundamentalmente Estados Unidos y la Unión Europea, vetó que Hamás tomase el gobierno después del año 2006 y se les dejó recluidos en la Franja de Gaza gobernando Al-Fatah, la Autoridad Nacional Palestina, desde Ramala. Entonces, ahora mismo, esa quiebra entre Cisjordania y Gaza a nivel administrativo es el principal escollo que hay que salvar y, a día de hoy, 7 de octubre de 2024, todavía no tenemos datos”.
“Todavía no sabemos cómo. Ni por parte de Israel, ni por parte de lo que queda de Hamás, ni por parte de la Autoridad Nacional Palestina, ni por parte de la comunidad internacional… sabemos qué es lo que va a pasar. Con lo cual, la solución biestatal, hasta que esas incógnitas no se resuelvan, desgraciadamente no están sobre la mesa”, sentencia.
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