A Donald Trump se le acaba su lista de reproducción de Spotify, esas canciones teloneras de sus mítines a los que llega triunfante, e incluso con ese bailecito tipo playmobil que tanto le gusta hacer.
Los últimos en pedirle al candidato republicano que deje en paz su música es el grupo sueco ABBA. Y aunque los organizadores de esas campañas hayan pagado por los derechos de reproducción, que no es el caso, en Estados Unidos el autor puede pedir que no se utilice y emprender acciones legales.
Ya lo hizo Rihanna y Céline Dion, que le exigió tres millones de dólares porque hizo sonar su mítica canción de 'Titanic' en una de sus apariciones en campaña.
Los Foo Fighter le van a hacer más daño. Todo lo recaudado por utilizar su canción 'Hero' será donado a la campaña de Kamala Harris, y Beyoncé es clara: la candidata demócrata puede usar su canción 'Freedom' pero a Trump, le pide que no lo vuelva hacer.
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